ARGENTINA

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El ministro de Economía de Argentina y candidato presidencial oficialista, Sergio Massa, prometió este sábado reforzar el equipamiento y la formación de las fuerzas de seguridad en caso de acceder a la Casa Rosada si vence en la segunda vuelta electoral del próximo 19 de noviembre.

El funcionario es ministro del actual gobierno desde hace un año, de allí que la población pregunte por qué no lo soluciona ahora que tiene el poder de hacerlo.

«No hay mejor herramienta para el cumplimiento de la ley que fuerzas de seguridad profesionales, equipadas y respetadas», afirmó Massa al participar, junto al ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, en el acto central por la semana de la Policía Federal Argentina.

El ministro, que el pasado 22 de octubre fue, con un 36,78 % de los sufragios, el candidato presidencial más votado, aseguró que, en caso de convertirse en jefe de Estado, los efectivos de las fuerzas de seguridad contarán con todo su «respaldo para salir a la calle, defender la Constitución y la vida y los bienes de los argentinos».

Massa, quien en la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre se medirá con el candidato libertario Javier Milei (derecha), habló de la importancia de la «jerarquización tecnológica» de las fuerzas de seguridad porque, «sin instrumentos logísticos y tecnológicos, la manda constitucional de defender la vida y los bienes del pueblo argentino es imposible de cumplir».

«Es nuestra responsabilidad el dotar a la Policía y a todas las fuerzas de las herramientas para poder trabajar mejor», afirmó.

También resaltó la importancia de la capacitación de las fuerzas de seguridad «porque el delito todos los días va modificándose y en la capacitación y en el desarrollo de tecnologías nuevas está el secreto de poder tener fuerzas de seguridad preparadas para combatir el delito».

La inseguridad es, junto con la elevada inflación, una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía argentina.

Ambos asuntos han sido temas centrales de debate durante la campaña electoral.

Milei se ha mostrado a favor de liberar la venta de armas a ciudadanos, mientras que Massa insiste en que la función de seguridad y lucha contra el delito es exclusiva responsabilidad, por mandato constitucional, de los efectivos profesionales de las fuerzas de seguridad.

El sector de bienes de capital está bajo estrés en Argentina. Considerado como madre de industrias por el impacto que tiene en la incorporación de equipamiento, procesos y tecnologías para la producción y, por lo tanto, es clave para sostener la actividad económica y la generación de empleo.

Hoy atraviesa una realidad compleja por las inconsistencias que dominan la economía argentina, a la que se suma la incertidumbre que trae aparejado el proceso electoral en curso, sin definiciones claras sobre el sendero que tendrá el país en los próximos cuatro años.

La incertidumbre es tan grande que hasta puede cambiar la moneda de curso legal en el país o desaparecer organismos regulatorios determinantes como el Banco Central, dependiendo de quién triunfe en el balotaje del 19 de noviembre.

A esto se suma el impacto de la inflación, que navega a un ritmo del 138% anual ─al menos hasta el dato de septiembre─ pero podría terminar el año incluso por arriba de eso. Además, hay serios problemas para importar insumos, partes, piezas y bienes intermedios por falta de acceso a dólares al tipo de cambio oficial, y normativas que, en algún sentido, traban el normal desempeño de la economía.

Pero como contracara se observa una sólida demanda de equipamientos por parte de empresas de diversos sectores, hay llamados y continúan los pedidos, se elaboran presupuestos y hay voluntad de las empresas en tecnificarse y adoptar las últimas tecnologías disponibles en el mundo para mejorar e incrementar la producción.

«Hay pedidos, las pymes siguen invirtiendo, la gente sigue llamando y hay como una vorágine de innovación», asegura Florencia Vitale, vicepresidente de la Cámara Argentina de la Máquina Herramienta y Tecnologías para la Producción (Carmahe).

Vitale explica que la actividad sectorial en 2022 fue «muy buena pero que últimamente está bastante complicado». No por falta de demanda, que por cierto está sólida, sino porque por escasez de dólares en el Banco Central hay dificultades para importar insumos necesarios para la fabricación y armado de las máquinas, como controles numéricos, PLC completos, drivers, celdas de doblado robotizados y otros insumos.

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