Repudio al socialista Pedro Sánchez en Madrid

ESPAÑA

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Pedro Abascal, líder de Vox, en la marcha / Foto: Vox España

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Alrededor de 4.000 españoles protestaron en Madrid el jueves en lo que fue la XIV movilización contra la amnistía efectuada frente a la sede federal del PSOE en la calle de Ferraz, horas después de la reelección del presidente Pedro Sánchez.

La cifra de manifestantes facilitada este jueves por la Delegación del Gobierno en Madrid es muy superior a la ayer y de los últimos días, en que se concentraron unas 1.200 personas de acuerdo con esa misma fuente.

La protesta de este jueves se inició antes de las 20:00 horas locales sin incidentes, aunque la tensión fue creciendo a medida en que transcurría el tiempo con lanzamiento de bengalas y otros objetos contra los agentes, que hicieron advertencias a los participantes.

Uno de los manifestantes era el dirigente de Vox Javier Ortega Smith, apoyado con gritos de «Ortega, Ortega», y que en algunos momentos se ha situado en las primeras filas. Además, los concentrados quemaron varias banderas esteladas, símbolo de los independentistas catalanes.

Los manifestantes entonaron cánticos habituales como «hay que quemar Ferraz» e «investidura, golpe y dictadura», al tiempo que proferían insultos contra Sánchez, para quien algunos han llegado a pedir «la guillotina». Además insultaron al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la Policía y hasta a los periodistas que cubrían la protesta.

En la concentración también se pudo ver un ataúd hecho con cartón en el que se leía «DEP democracia» y otra pancarta con la frase «PSOE: traidores, ladrones, guerracivilistas, estafadores. Pedro Sánchez traidor».

En el Congreso, Sánchez recibió el apoyo de los partidos de izquierdas, independentistas, nacionalistas y regionalistas con los que alcanzó acuerdos, tras ser propuesto como candidato a la reelección presidencial por el rey Felipe V el pasado 3 de octubre.

Antes de la votación, el líder socialista reivindicó la plena legitimidad de su investidura e instó al conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición, ganador de las elecciones de julio, a que asuma su derrota.

El Congreso español reeligió este jueves como presidente del Gobierno al líder socialista, Pedro Sánchez, con 179 votos a favor de su investidura, tres más de la mayoría absoluta necesaria establecida en 176, de un total de 350 diputados.

Sánchez recibió el apoyo de los partidos de izquierdas, independentistas, nacionalistas y regionalistas con los que alcanzó acuerdos tras ser propuesto como candidato por el rey Felipe VI el pasado 3 de octubre.

Recalcó que su Gobierno es plenamente constitucional al residir en el Parlamento la representación de los españoles. Un Gobierno que, recordó, tiene un poder sólo limitado por las leyes y el mandato temporal que conlleva.

«La democracia solo es posible si se acepta esa derrota temporal y limitada. Así es la democracia parlamentaria y así debe seguir siendo si queremos preservar nuestra convivencia libre y pacífica», añadió.

Será ahora Felipe VI el que formalice el nombramiento de Sánchez como jefe del Ejecutivo, una vez que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, le comunique la decisión de la Cámara, que se prevé para hoy mismo.

Tras dos tensas sesiones de investidura, marcadas por la aprobación de la amnistía a los independentistas catalanes, Sánchez logró la reelección para su tercer mandato como presidente del Gobierno español, donde deberá mantener un complejo equilibrio con todas las formaciones que le apoyaron.

Además de defender la amnistía ante los grupos parlamentarios, el líder socialista presentó en sus intervenciones en el Congreso un programa para la próxima legislatura basado en la concordia, los derechos sociales y la proyección internacional de España.

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