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En plena guerra contra Hamás, el juicio contra el primer ministro Benjamin Netanyahu se reanudó en Jerusalén. El político es sindicado de haber recibido regalos por miles de dólares a cambio de introducir una nueva ley fiscal.
Benjamin Netanyahu, de 74 años, es sospechoso de haber recibido regalos por valor de casi 200.000 dólares por parte de acaudaladas personalidades. El político habría recibido las dádivas, en forma de puros, botellas de champán y joyas, entre 2007 y 2016.
Netanyahu está acusado de corrupción, fraude y abuso de confianza. Entre las personas que le habrían hecho esos regalos figuran el productor israelí de cine Arnon Milchan («JFK», «Pretty woman»).
A cambio, Benjamín Netanyahu habría promovido una disposición fiscal que le habría ahorrado a Arnon Milchan millones de dólares. El ministerio israelí de Finanzas había opuesto su veto a esta figura fiscal.
Netanyahu afirma que apenas aceptó regalos de amigos, sin haberlos pedido, y dice que está siendo víctima de una «caza de brujas». Netanyahu no tendrá de momento que acudir al tribunal para declarar, pero podría tener que hacerlo en unos meses, según la prensa israelí. Su proceso arrancó en el año 2020 y es algo inédito en Israel tratándose de un primer ministro en ejercicio.
Netanyahu fue jefe de gobierno de 1996 a 1999, y luego de 2009 a 2021. Desde finales de 2022 es de nuevo primer ministro, después de haber articulado una coalición de gobierno con partidos ultraortodoxos y de extrema derecha.
Responsables políticos cercanos a él criticaron la reanudación de las audiencias, cuando continúa la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza tras el ataque sorpresa del movimiento islamista el 7 de octubre en el sur de Israel.
Las audiencias tendrán, no obstante un formato reducido, debido a que varios de los testigos y abogados tuvieron que movilizarse en tanto que son reservistas.
El Gobierno de Israel, con la abstención del primer ministro, Naftali Benet, había aprobado establecer una comisión de investigación sobre la polémica compra de submarinos al grupo alemán Thyssenkrupp durante la etapa de Benjamín Netanyahu. El exjefe de Gobierno fue investigado en su momento por la Policía por un presunto conflicto de intereses, aunque finalmente la Fiscalía no incluyó este expediente entre los casos de corrupción por los que Netanyahu está siendo juzgado actualmente.
En un tuit previo a la reunión en que el gabinete aprobó la investigación, el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, calificó el asunto como «el caso de corrupción de seguridad más grave en la historia de Israel». «Es necesario remover cada piedra hasta llegar a la verdad».
El antiguo socio de Gobierno de Netanyahu y hoy ministro de Defensa, Beny Gantz, promovió la creación de esta comisión para revisar los procedimientos de compra a los astilleros alemanes durante los mandatos de Netanyahu (2009-2021). «Lo prometimos y lo cumplimos. El Gobierno aprobó mi propuesta de establecer una comisión estatal de investigación sobre la compra de submarinos y embarcaciones», celebró Gantz.
El escándalo sobre el caso de los submarinos saltó cuando se reveló que el representante legal en Israel del consorcio alemán era el abogado personal de Netanyahu, y que la compra se había realizado con la oposición del Ministerio de Defensa y supuestos sobornos mediante. Y retrasó las últimas adquisiciones de submarinos.
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