INTERNACIONAL

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Seis aeronaves militares rusas y chinas entraron este jueves en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ por sus siglas en inglés) de Corea del Sur, que respondió con el despliegue de sus cazas en maniobras de despegue rápido antes de que los seis aviones abandonaran la zona.
«Hoy, jueves 14 de diciembre, entre las 11.53 y 12.10 (2.53-3.10 GMT) dos aeronaves militares de China y cuatro aeronaves militares de Rusia entraron y salieron de la KADIZ (siglas de la ADIZ de Corea del Sur) en el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) sin que se produjeran violaciones del espacio aéreo», explicó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
«Nuestro ejército identificó los aviones militares chinos y rusos antes de que ingresaran a la KADIZ y desplegó aviones de combate de la Fuerza Aérea para adoptar medidas tácticas y prepararse para situaciones de contingencia», concluye el texto.
Las ADIZ son la suma del espacio aéreo nacional y unos perímetros adicionales que los países establecen de manera unilateral, y que sirven para que los ejércitos puedan identificar cualquier aeronave que vaya a aproximarse.
Es habitual que las Fuerzas Aéreas de los distintos países realicen maniobras de despegue rápido (conocidas como «scramble» en inglés) cuando una aeronave, en especial una de tipo militar, opta por no identificarse al aproximarse a la ADIZ.
Tanto Corea del Sur como Japón suelen activar maniobras de «scramble» con frecuencia debido a las incursiones de aviones militares rusos y chinos en sus respectivas ADIZ.
El Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, afirmó el sábado que Washington y sus aliados asiáticos «defenderán» la estabilidad en el estrecho de Taiwán, y reiteró su compromiso con la libertad de navegación en el disputado mar de China Meridional.
Sus comentarios se produjeron durante una sesión informativa conjunta con sus homólogos de Japón y Corea del Sur, tras una reunión trilateral en Seúl.
Estados Unidos y sus aliados occidentales han incrementado la navegación con buques de guerra, tanto en el estrecho de Taiwán como en el mar de China Meridional, para reforzar que ambas son «vías navegables internacionales», lo que ha enfurecido a Pekín.
«Seguiremos defendiendo la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y la libertad de navegación en los mares de China Oriental y Meridional», declaró Sullivan a la prensa en Seúl, junto al surcoreano Cho Tae-yong y el japonés Takeo Akiba.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, se ha esforzado por estrechar los lazos entre Seúl y Washington, su aliado desde hace tiempo, para contrarrestar las crecientes amenazas de Corea del Norte, que cuenta con armamento nuclear.
También ha intentado resolver las diferencias con Japón, otro aliado cercano de EE. UU. y antiguo gobernante colonial de Seúl.
En agosto, los tres aliados declararon que se iniciaba un «nuevo capítulo» de estrecha cooperación tripartita en materia de seguridad, tras la histórica cumbre de Camp David, en la Unidad de Defensa de la OTAN.
Sullivan agregó que los tres país también acordaron nuevas iniciativas para responder a las acciones de Corea del Norte en el ciberespacio, incluidos los abusos de criptomoneda y lanzamientos espaciales.
Los asesores de seguridad nacional de los tres países se reunieron en Seúl mientras Pyongyang advertía de que desplegaría más satélites espía.
Sullivan dijo que la reunión dio seguimiento a los compromisos establecidos en la cumbre trilateral de Camp David, organizada por el presidente Joe Biden en agosto, donde los líderes de EE. UU. y sus dos aliados asiáticos clave se comprometieron a intensificar la cooperación económica y en materia de seguridad.
«También hemos lanzado nuevas iniciativas trilaterales para contrarrestar las amenazas que plantea Corea del Norte, desde su ciberdelincuencia y el blanqueo de dinero en criptomoneda, hasta sus pruebas espaciales y de misiles balísticos», declaró.
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