INTERNACIONAL

Lectura: 4 minutos

La naviera danesa A.P. Moller-Maersk suspenderá sus transportes de contenedores por el mar Rojo hasta nuevo aviso. «Tras el incidente con el «Maersk Gibraltar» el 14 de diciembre y otro ataque a un portacontenedores este viernes, hemos dado instrucciones a todos los buques de Maersk en la zona que tienen previsto navegar a través del estrecho de Bab al-Mandab para que suspendan sus viajes hasta nueva orden», declaró un portavoz de la compañía.

El «Maersk Gibraltar» fue atacado por un misil cuando viajaba de Salala (Omán) a Jeddah (Arabia Saudí). No hubo heridos. El ataque fue reivindicado por la milicia Houthi de Yemen. Los islamistas chiíes declararon que habían llevado a cabo una «operación militar» contra el buque.

Un portavoz de la compañía declaró a la agencia de noticias dpa que el lunes se tomaría una nueva decisión sobre la situación. Un carguero portacontenedores de la naviera había sido tiroteado anteriormente en el estrecho de Bab al-Mandab.

Según la compañía, el «Al Jasrah» resultó dañado en el ataque en el estrecho entre Yemen y Yibuti, pero no hubo víctimas. Hapag-Lloyd tomará medidas adicionales para garantizar la seguridad de las tripulaciones, añadió. El «Al Jasrah» navega bajo bandera liberiana.

Al parecer, el carguero había atravesado el Canal de Suez procedente del Pireo (Grecia) y se dirigía a Singapur. «Hay daños materiales a bordo, la tripulación está ilesa», dijo el portavoz de la compañía con sede en Hamburgo. Sin embargo, el barco pudo continuar su viaje. Según los medios de comunicación, se produjo un incendio a bordo tras el disparo. En un principio, el portavoz tampoco pudo facilitar información sobre el origen del bombardeo.

El jefe de la diplomacia europea hizo declaraciones al término de una reunión en la capital jordana, Amán, con el enviado especial de Naciones Unidas para el Yemen, Hans Grundberg, con quien abordó «la incautación de un barco por parte de los hutíes».

«Se trata de un peligro para la seguridad marítima internacional y amenaza directamente el tráfico marítimo en el mar Rojo», indicó Borrell en la red social X (antes Twitter). Los hutíes anunciaron el domingo la captura del buque, que aseguraron que pertenece a Israel, y afirmaron que este tipo de operaciones solo van dirigidas contra barcos de bandera o propiedad israelí.

El Galaxy Leader, que transportaba vehículos, es propiedad de una empresa británica, pero es gestionado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line), que ha detallado que su tripulación estaba compuesta en el momento de la incautación por 25 marineros de origen búlgaro, ucraniano, filipino, mexicano y rumano.

El navío apresado, que se dirigía de la India a Turquía, navegaba con bandera de las Bahamas y sería propiedad parcial del magnate israelí Rami Unger, lo que habría detonado la operación de los hutíes.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó ayer «enérgicamente» lo que consideró «un ataque iraní contra un buque internacional», pero Teherán rechazó hoy estas acusaciones. Por su parte, el Gobierno japonés condenó la captura del carguero y pidió la liberación de los 25 marinos de la tripulación tomados como rehenes.

Los hutíes aseguraron que continuarán con operaciones similares «contra el enemigo israelí hasta que cese la agresión contra la Franja de Gaza y los crímenes atroces que continúan hasta este momento» tanto en el enclave palestino como en Cisjordania.

Otro artículo de interés: Barco de guerra de EE. UU. atacado en Mar Rojo