ESPAÑA

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Con la exención de visado en el espacio Schengen, las autoridades españolas empiezan a admitir el pasaporte kosovar, pero advierten de que no ha cambiado su postura de no reconocimiento del país independizado de Serbia.
España reconoce el pasaporte de Kosovo tras la entrada en vigor, el 1 de enero, de la exención de exigencia de visado a los ciudadanos kosovares para acceder al espacio Schengen y de la Unión Europea (UE), ha confirmado a Efe una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Este reconocimiento, no obstante, «no cambia la postura de no reconocimiento de Kosovo» por parte de España, ha precisado la fuente.
Junto a Grecia, Chipre, Eslovaquia y Rumanía, España es uno de los cinco miembros de la UE que no reconoce la soberanía de Kosovo. A diferencia de los otros cuatro países, el Estado español tampoco aceptaba hasta ahora los pasaportes kosovares. La independencia de Kosovo, con una población de 1,8 millones de personas, respecto a Serbia en 2008 ha sido reconocida por más de cien países, entre los cuales se encuentra Estados Unidos, pero ni Rusia ni China, por ejemplo.
«Las buenas noticias continúan para nuestros ciudadanos y nuestro país. La DG Home (Dirección General de Migración y Asuntos de Interior de la Unión Europea) nos informó que a partir de ahora España también reconoce los pasaportes de la República de Kosovo», celebró ayer el vice primer ministro kosovar, Besnik Bislimi. «A partir de ahora, podemos ir a este país sin visado», aseguró en Facebook, precisando que «añadieron a España en la lista de países de la zona Schengen» en que los ciudadanos kosovares pueden viajar sin visado.
Desde el 1 de enero los kosovares pueden viajar sin visado al espacio de Schengen y de la Unión Europea durante un máximo de 90 días a lo largo de seis meses, una aspiración para la que han trabajado desde 2008, cuando el Parlamento de Pristina declaró de forma unilateral la independencia de la antigua provincia serbia. Kosovo es el último país de los Balcanes Occidentales que se beneficia de la exención de visado para estancias turísticas en los países adheridos al Tratado de Schengen de libre circulación.
La Unión Europea (UE) instó este sábado a Belgrado y Pristina a reasumir conversaciones para normalizar sus relaciones y rebajar las tensiones entre ambos, tras la escalada causada por un incidente armado a finales de septiembre en el norte de Kosovo.
Con el anuncio del acuerdo con Kosovo, sin embargo, la Comisión Europea avisó de que España sería el único país del espacio Schengen que no aplicaría el acuerdo de liberalización de visados para Kosovo. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, explicó entonces que la política de no reconocimiento de la antigua provincia serbia por parte de España conllevaba el no reconocimiento de los pasaportes kosovares, una medida «que se ha venido aplicando de forma consistente».
«Los ataques en Banjske cambiaron muchas cosas y necesitan ser investigados adecuadamente», dijo en Pristina el enviado especial de la UE, Miroslav Lajcak, después de reunirse con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti. «Al mismo tiempo, el diálogo debe continuar», agregó.
El ataque «subrayó muy claramente que tanto la reducción de la escalada como la normalización son ahora más urgentes que nunca», sostuvo, acompañado de representantes de Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos. «Si no hay diálogo, podría haber una repetición de la escalada».
Tanto Serbia como Kosovo quieren unirse a la UE, la cual les ha señalado que primero deben resolver sus diferencias. Las potencias occidentales quieren que Kosovo y Serbia implementen un plan de 10 puntos presentado por la UE en febrero para poner fin a meses de crisis políticas.
Serbia no reconoce la independencia que Kosovo, su antigua provincia, proclamó en 2008. La UE promueve desde 2011 un difícil diálogo para que las partes normalicen sus relacione
Las fuerzas armadas del Reino Unido desplegarán una misión de paz en Kosovo a petición de la OTAN a raíz del ataque violento contra la policía kosovar a manos de un grupo armado ocurrido el pasado 24 de septiembre, que el gobierno de Pristina aseguró fue preparado desde Serbia con la complicidad de las autoridades del vecino país.
El ministerio británico de Defensa en un comunicado, detalla que la misión implicará el despliegue de alrededor de 200 soldados del Primer Batallón del Regimiento Real de la Princesa de Gales en los próximos días, que se unirán al contingente británico ya existente de 400 efectivos.
El pasado 24 de septiembre, miembros de un grupo armado de al menos 30 personas con varios vehículos, que se atrincheraron en un monasterio serbio ortodoxo en el pueblo de Banjska, en el norte de Kosovo, mataron a un policía en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad kosovares.
El gobierno de Kosovo aseguró este domingo que el ataque de paramilitares serbios fue preparado y entrenado en Serbia central, también en un gran campo militar del Ejército serbio.
El presidente de Serbia, Aleksandar «Vucic trató de esconder el hecho de que Serbia ha sido involucrada en la organización de este ataque», declaró el ministro del Interior kosovar, Xhelal Svecla, en rueda de prensa en Pristina.
La policía kosovar, dijo, tiene pruebas de lo contrario, en base a vídeos filmados por los propios paramilitares y que la policía ha logrado confiscar tras el ataque.
Un policía kosovar y tres paramilitares serbios murieron el domingo pasado en la aldea serbokosovar de Banjska, en un incidente armado en el que participaron decenas de paramilitares serbios, la gran mayoría de ellos escapados a Serbia desde entonces.
El objetivo del ataque fue causar amplios desórdenes en Kosovo para facilitar una anexión de la parte norte del país por parte de Serbia, afirmó este domingo el ministro sobre las intenciones serbias.
Dijo que en los preparativos participaron, además del propio Vucic, también el ministro de Defensa serbio, Milos Vucevic, y el comandante de las fuerzas armadas del ejército, Milan Mojsilovic.
La mayor parte de los entrenamientos y preparativos se habrían llevado a cabo en los terrenos de un hotel en el monte de Kopaonik, de propiedad de Milan Radoicic, líder serbokosovar cercano a Vucic y cabecilla del ataque.
El director general de la policía kosovar, Gazmend Hoxha, dijo en la misma rueda de prensa que los preparativos duraron «mucho tiempo» y que tuvieron lugar también en el mayor campo militar del Ejército serbio, en Pasuljanske livade, unos 150 kilómetros al sudeste de Belgrado.
Hoxha añadió que los ejercicios militares para el ataque tuvieron lugar en Pasuljanske Livade «durante al menos 4 días antes» de la agresión y aseguró que el armamento confiscado en grandes cantidades es de producción serbia reciente, del tipo que no puede se comprado aún en el mercado negro.
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