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La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU anunciará este viernes su decisión sobre la imposición de medidas cautelares a Israel para parar su guerra en Gaza mientras tiene lugar el procedimiento por el que Sudáfrica acusa al Estado israelí de tener una «intención genocida» hacia los palestinos de la Franja.

El caso iniciado por Sudáfrica el 29 de diciembre trata la presunta violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948) con sus operaciones militares en Gaza y, según señaló el equipo legal sudafricano, declaraciones de altos cargos israelíes muestran un «patrón de conducta genocida» en su «política estatal».

Pero antes de entrar en si Israel violó o no ese tratado con la ofensiva militar iniciada el 7 de octubre, tras el ataque del grupo terrorista Hamás a su territorio, la CIJ se pronunciará sobre la necesidad de medidas cautelares que paralicen la guerra, hasta que haya una decisión sobre el fondo del caso, lo que tardará años.

Sudáfrica solicitó nueve medidas ─incluido un alto el fuego─ para «proteger contra daños mayores, graves e irreparables los derechos del pueblo palestino» y «asegurar el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones de no cometer un genocidio y de prevenir y castigar el genocidio». De emitirse, estas medidas no supondrían una sentencia de que Israel esté cometiendo un genocidio.

También pidió a la CIJ exigir a Israel «tomar todas las medidas razonables que estén a su alcance para prevenir el genocidio» del pueblo palestino; y «garantizar» que cualquier organización o persona bajo control, influencia o dirección «no adopte medidas para fomentar las operaciones militares» en curso.

Asimismo, exigió que Israel «desista» de la expulsión, desplazamiento forzado y la «destrucción de la vida palestina en Gaza», y deje de impedir el acceso de alimentos y agua potable, y asistencia médica y humanitaria (combustible, alojamiento, ropa, higiene y saneamiento).

A juicio de Sudáfrica, Israel también debería preservar y prevenir la destrucción de las pruebas relacionadas con las acusación de genocidio, y permitir el acceso de misiones de investigación.

La prioridad es la situación humanitaria en la Franja de Gaza, pero para lograr la paz hay que eliminar las causas del conflicto, explicó el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, tras la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas.

El jefe diplomático de la UE había presentado una «estrategia integral» para ello, que también contempla una conferencia de paz. «Tenemos que dejar de hablar del proceso de paz y empezar a hablar más concretamente de la solución de dos Estados», señaló. Aunque será difícil que los Estados miembros acuerden una posición, explicó Borrell.

En las últimas semanas y meses, los Estados miembros de la UE han tenido a menudo dificultades para ponerse de acuerdo en una postura común sobre la guerra entre Israel y Hamás. Esto se hizo especialmente evidente en el hecho de que algunos países, como Bélgica e Irlanda, piden un alto el fuego inmediato, mientras que otros Estados miembros, como Alemania y Austria, están a favor de pausas humanitarias en vista del derecho de Israel a la autodefensa.

Sin embargo, los Estados miembros de la UE parecen capaces de unirse en favor de una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí. Según la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, es «la única solución», y su homólogo letón, Krisjanis Karins, también cree que el bloque comunitario debe impulsar la solución de dos Estados. Es el «único camino hacia la paz», subrayó.

La UE apoya desde hace tiempo una solución de dos Estados, aunque en los últimos años haya habido poco movimiento. El concepto se entiende como la coexistencia pacífica de un Estado palestino independiente junto al Estado israelí.

Según la agencia de noticias francesa AFP, tras el ataque del 7 de octubre perpetrado por la organización radical palestina Hamás ─clasificada como organización terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea y otros Estados─ el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que Israel asumiría la responsabilidad de la seguridad de la Franja de Gaza durante un largo periodo de tiempo. Hace poco, Netanyahu volvió a dejar claro que rechaza una solución de dos Estados tras el fin de la guerra entre Israel y Hamás. «No cederé cuando se trate del pleno control de la seguridad israelí sobre toda la zona al oeste del río Jordán, y eso está en contradicción con un Estado palestino», escribió en X (antes Twitter).

Algunos ministros de Asuntos Exteriores criticaron las últimas declaraciones de Netanyahu. El recién nombrado ministro francés de esa cartera, Stéphane Séjourné, las calificó de «preocupantes». Su homólogo irlandés, Micheal Martin, las consideró «inaceptables». En cambio, la ministra alemana de Relaciones Exteriores las criticó de forma más indirecta, señalando que todos aquellos que no quieren saber nada de una solución de dos Estados «todavía no han presentado ninguna otra alternativa».

El ministro luxemburgués de Asuntos Exteriores, Xavier Bettel, advirtió que «si los israelíes creen que la solución de los dos Estados no es una solución, entonces están bastante aislados». No sólo la UE, sino también Estados Unidos está a favor de la solución de dos Estados.

En un discurso pronunciado en Valladolid (España) la semana pasada, el máximo diplomático de la UE, Borrell, se pronunció a favor de «imponer la solución de los dos Estados desde afuera». En la reunión de hoy, Borrell se mostró algo más reservado y dijo que aún no se había llegado a ese punto y que primero había que trabajar en una propuesta concreta.

Tras la reunión, círculos diplomáticos afirmaron que la propuesta de Borrell había sido bien acogida por los Estados miembros de la UE y que ahora se seguiría debatiendo. Un diplomático de la UE declaró a DW que se sigue trabajando para conseguir el apoyo de Estados Unidos para una conferencia de paz. (agencias).

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