OPINIÓN

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.
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La Dark web (internet oscura) es parte la llamada Deep web (internet profunda).
Veamos cada una:
Deep web es toda la información que se encuentra en la web pero no es accesible a través de buscadores. Es información privada con esquemas distintos para acceder a ella. Son, por ejemplo, los archivos que guardamos en la nube, en esos archivos nuestros, hay información sobre algo que alguien «googlea», pero, sin embargo no le aparece entre los resultados de la búsqueda. Se la relaciona con actividades ilícitas, pero es la minoría.
La información que se encuentra a través de buscadores (Google, Bing, Yahoo) se la llama Clearnet, es la tradicional World Wide Web.
Dark web es una pequeña parte de la Deep web que está oculta deliberadamente a los buscadores, que requiere navegadores web especiales, con direcciones IP no accesibles, totalmente anónima, con la información cifrada, se encuentra en la llamada Darknet. Es usada por personas o instituciones que pretenden total anonimato. Puede ser usada por aquellos que residen en países con alta censura, ya sea para expresarse o para encontrar información. Puede usarse para actividades comunes y lícitas. Pero, también, para actividades ilícitas, donde se encuentran compradores y vendedores de la «mercancía» que se les ocurra: pornografía infantil, sicarios, webs clonadas, hackers, terrorismo, drogas, webs de fraudes, oferta de millones de tarjetas de crédito reales cuyos datos fueron hackeados, etc.
Y, últimamente, se suma la inteligencia artificial, accesible por todos. Se suma para bien, por que es una herramienta poderosa para tratar de desenmascarar a esos delincuentes, pero, también para mal, por que es una súper herramienta para optimizar las actividades de esos criminales.
La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA por su sigla en inglés), informó: «Si bien la inteligencia artificial brinda oportunidades sin precedentes para el avance de la misión de Estados Unidos, abre una superficie de ataque grande y volátil, que debe abordarse cuidadosa y meticulosamente. Sabemos que nuestros adversarios están utilizando y probando herramientas para usar contra esta superficie de ataque, intentando obtener una ventaja militar y económica sobre Estados Unidos».
Los bots (programas de computadora que hacen tareas repetitivas beneficiosas o perjudiciales para la sociedad), están mucho más avanzados con IA, analizan constantemente las mejores alternativas de ataque y así están preparados para nuestros esquemas defensivos. Esos bots, trabajan, normalmente, en la dark web. Su accionar aparece mucho en las redes sociales, para activismo político, aparentando ser usuarios estándar y creando sensaciones de mayoría a ideas, premisas, partidos políticos, etc.
FraudGPT y WormGPT son copias de ChatGPT en la dark web, que permiten crear scripts y correos maliciosos por 200 US$ al mes. Se usan para phishing (robo de identidad a través de conseguir información personal de forma fraudulenta, con engaños), para crear malware, programas que infectan los dispositivos a los que llegan, y muchos tipos de delitos más.
Según la revista Forbes, el cibercrimen, si fuera un país, sería la tercera economía después de Estados Unidos y China. Además, según la revista, la ciberseguridad ya representa el 12% de los presupuestos en tecnología informática en las corporaciones.
¿Qué hacer? Algunas naciones y entes supranacionales (la Unión Europea, los Estados Unidos, el IEEE, la OCDE y otros) están trabajando en normas de regulación y control de la inteligencia artificial, apelando especialmente a valores éticos. ¿Ustedes creen que los ciberdelincuentes se van a atener a dichas normas?
Se ve más efectiva la propuesta de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos: «detectamos y contrarrestamos las vulnerabilidades de la IA. Aportamos una mentalidad de hacker a la defensa e intervenimos de forma preventiva».
Todo va a pasar por quién sea más capaz en usar esa arma, perdón, esa herramienta.
*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.
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