Subsidiados agricultores franceses bloquean París

INTERNACIONAL

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Foto: Croquant

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Los agricultores franceses cumplieron su amenaza y empezaron a bloquear este lunes a bordo de tractores varias autopistas en torno a París para denunciar su situación económica, en un pulso cada vez más tenso con el gobierno.

La cerrada economía francesa ha demostrado ineficacia para la actividad productiva agropecuaria que insiste en sostener posiciones aun mas contundentes para evitar la competencia, al tiempo que reclaman mejorar las condiciones administrativas de la actividad, fuertemente subsidiada.

La página web de información sobre el tráfico en la región Ile de France, en la que está París, señalaba que había al menos ocho cortes de autopistas y carreteras.

Dos de las grandes organizaciones del sector, la todopoderosa Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y sus socios de los Jóvenes Agricultores (JJAA), están al frente de la movilización, que congregó columnas con cientos de tractores. A unos 60 kilómetros al noroeste de la capital, la autopista A13 quedó bloqueada parcialmente a la altura de Buchelay y, al otro lado de París, se instalaron los primeros tractores a ambos lados de la mediana de la A4 a su paso por Jossigny.

Los agricultores denuncian la caída de los ingresos, las bajas pensiones, la complejidad administrativa, la inflación de las normas ambientales y la competencia extranjera, especialmente el acuerdo negociado entre la Unión Europea y los países del Mercosur. El viernes, el primer ministro, Gabriel Attal, anunció una serie de medidas, como suprimir el aumento de la tasa del diésel de uso no agrícola o ayudas a sectores en crisis, pero el sector las consideró insuficientes.

El objetivo de los manifestantes es realizar un «cerco de la capital por una duración ilimitada». «Aumentamos la presión porque nos hemos dado cuenta que, cuando se está lejos de París, el mensaje no llega», aseguró en la radio RTL el líder de la FNSEA, Arnaud Rousseau, quien agregó que tiene «prevista» una reunión con Attal este lunes.

Las autoridades, que hasta ahora evitaron frenar las protestas, movilizaron 15.000 policías y gendarmes para evitar el bloqueo de los aeropuertos parisinos y el importante mercado mayorista de Rungis. El ministro de Interior, Gérald Darmanin, había advertido el domingo que no habrá intervención policial mientras se respeten «los bienes y las personas», pero sí intervendrán si los tractores tratan de entrar en París o bloquear los aeropuertos.

«Todos los departamentos van a entrar en acción», advirtió Arnaud Rousseau, presidente del principal sindicato del sector, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), en entrevista con la emisora France Info.

Rousseau aseguró que «el objetivo no es molestar a los franceses», sino «encontrar soluciones para la agricultura» y «nuestra determinación es total».

Preguntado por los intentos por capitalizar las protestas por parte de la oposición política, el responsable sindical ha replicado que «los agricultores no esperan que les den consignas políticas», que «votarán lo que quieran en las elecciones europeas» del 9 de junio, y que lo que quieren es «respuestas concretas».

«Nosotros no estamos aquí para hacer política, sino para defender nuestro oficio», subrayó.

El movimiento de protesta se vio enlutado ayer por la muerte de una agricultora y de su hija de 14 años, al ser atropellados junto a su marido (que se encuentra herido grave) por un coche que se saltó una barrera cuando participaban en el bloqueo de una carretera a las afueras de Pamiers, en el sur.

El presidente de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN, antes Frente Nacional o FN), Jordan Bardella, aprovechó ese trágico siniestro para solidarizarse con el movimiento y dar relevancia al hecho de que los tres ocupantes que ocupaban el vehículo que arrolló a la familia de agricultores (que están detenidos) son migrantes sin papeles armenios para los que se había dictado la expulsión de Francia.

Este miércoles los puntos de bloqueo de carreteras a manos de los agricultores, en muchos casos con sus tractores, han aumentado todavía más por toda Francia.

Por la mañana había autopistas total o parcialmente bloqueadas, como la A63 en Bayona, la A64 en Pau y en Toulouse, la M6 y la A47 en los alrededores de Lyon, la A7 entre Orange y Montélimar, la A49 entre Valence y Grenoble o la A62 en Agen.

El primer ministro, Gabriel Attal, que el lunes y el martes recibió a los responsables de los principales sindicatos agrícolas, se ha comprometido a examinar en profundidad las reivindicaciones de los agricultores y a dar una primera respuesta el viernes, según la Coordinación Rural.

La FNSEA, que tiene convocada una reunión de su consejo de administración, va a presentar esta tarde «una cuarentena» de reivindicaciones.

Entre ellas, está el mantenimiento de las exenciones fiscales para el combustible agrícola, o la reducción de la burocracia y de los controles a los que están sometidos los agricultores.

También piden cambios en las políticas europeas para impedir las importaciones de alimentos que tienen ventajas competitivas en la producción porque, por ejemplo, las reglas medioambientales o sanitarias en la UE son mucho más estrictas.

«Hay que pedir reciprocidad», ha insistido Rousseau, que ha manifestado su oposición al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, pendiente de ratificación, que permitiría en particular la entrada de 90.000 toneladas de carne bovina, sobre todo de Argentina y Brasil, donde el sindicalista francés recordó que está autorizado el uso de hormonas.

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