ESPAÑA

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Los tres principales sindicatos agrarios españoles anunciaron este martes que se unirán a las protestas de sus colegas de varios países europeos con «movilizaciones» contra «las difíciles condiciones y asfixiante burocracia» de la Unión Europea (UE).
«El sector agrario en Europa y en España está sumido en una frustración y malestar creciente» por las reglas europeas, argumentaron los tres grandes sindicatos españoles en un comunicado.
Los sindicatos convocantes son Asaja (Asociación Agraria Jóvenes Agricultores), COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).
Estas organizaciones lamentan la importación de «productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE y los producidos en España» y que son un caso de «competencia desleal».
Francia es el país donde se están viviendo las movilizaciones más importantes, donde miles de agricultores bloquean con sus tractores los accesos a París desde el lunes.
Además, el descontento del sector se ha hecho oír en varios países de la UE como Alemania, Polonia y Rumania. El domingo, agricultores belgas a bordo de tractores bloquearon una importante autopista para exigir cambios en la Política Agrícola Común (PAC) europea.
España produce una gran parte de las verduras y frutas que se consumen en la UE, pero vive un momento difícil por la sequía que la azota desde hace tres años y que ha reducido notablemente las cosechas de aceitunas y cereales.
El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó sobre las protestas de los agricultores por los recortes agrarios que «la discusión forma pare de la democracia», al igual que el «compromiso», y criticó a los extremistas por desacreditar cualquier propuesta y «envenenar cualquier debate democrático».
En su habitual mensaje de los sábados, Scholz subrayó que «se está alimentando deliberadamente la ira con un alcance gigantesco, los extremistas desacreditan, también a través de las redes sociales, cualquier compromiso y envenenan cualquier debate democrático. Se trata de una mezcla tóxica que debe preocuparnos, y que también a mí me preocupa mucho», señaló.
El canciller agradeció explícitamente al presidente de la Asociación de Agricultores, Joachim Rukwied, por haberse «distanciado claramente de los extremistas y de algunos intrusos que llaman a la «sublevación» y hablan del «derrocamiento del sistema»», y advirtió que «eso no son sólo tonterías, sino que es peligroso».
Scholz aseguró que el gobierno se ha tomado muy en serio los argumentos de los agricultores y ha revisado de nuevo su propuesta inicial. Aseguró al mismo tiempo que hay un diálogo estrecho para buscar soluciones conjuntamente con el fin de garantizar que la agricultura tenga un buen futuro y los agricultores y sus familias puedan vivir bien de su duro trabajo.
«Si todas las subvenciones se mantienen para siempre, si todos perseveramos al 100 % en nuestro punto de vista, si lo hacemos todo como siempre, entonces no avanzaremos», advirtió, no obstante.
Al mismo tiempo se mostró convencido de que todas las protestas que están teniendo lugar actualmente no son sólo por la intención del gobierno de eliminar hasta 2026 el subsidio al diésel agrícola ni por los recortes de las subvenciones, sino que las crisis y los conflictos están provocando incertidumbre en general.
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