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El déficit del presupuesto federal de Estados Unidos cayó bruscamente en enero a 22.000 millones de dólares, luego de que los ingresos alcanzaron un récord para ese mes, en parte porque los reembolsos de impuestos cayeron luego de que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) despejara declaraciones retrasadas por la pandemia, dijo el lunes el Departamento del Tesoro.
El déficit del mes pasado fue de 17.000 millones de dólares, o un 43%, inferior al de 39.000 millones de dólares de enero de 2023. Los egresos del mes crecieron un 3%, a 499.000 millones de dólares, mientras que los ingresos aumentaron un 7%, a 477.000 millones.
La diferencia de enero con hace un año también se vio notablemente favorecida por el rescate de 36.000 millones de dólares de un fondo de pensiones del sindicato Teamsters en enero de 2023, ya que este año no se registraron grandes gastos extraordinarios similares.
En los cuatro primeros meses del año fiscal, el déficit aumentó 72.000 millones de dólares, un 16%, a 532.000 millones de dólares, debido al aumento de los costos del servicio de la deuda nacional y de los gastos de la Seguridad Social, el programa de asistencia santaria Medicare y los programas militares.
El Tesoro dijo que tanto los ingresos como los egresos fueron récord para el período, con ingresos de 112 mil millones de dólares, o 8%, a 1,585 billones de dólares, y egresos de 184 mil millones de dólares, o 10%, a 2,117 billones de dólares.
Las devoluciones de impuestos individuales, que se deducen de los ingresos, fueron 15.000 millones inferiores en enero que en el mismo período de 2023.
Los ingresos por retenciones individuales en enero, beneficiados por la fuerte tendencia del empleo, aumentaron en 20.000 millones de dólares, un 7%, respecto al año anterior.
En lo que va de año fiscal, los costos de los intereses de la deuda aumentaron 96.000 millones de dólares, o un 37%, a 357.000 millones, superando los desembolsos para Medicare.
Wall Street cerró este lunes en terreno mixto, pero el Dow Jones de Industriales logró subir levemente y anotarse un récord tras una jornada de poco movimiento, a la espera de que este martes se conozcan nuevos datos sobre la inflación en Estados Unidos.
Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones subió un 0,33 %, hasta 38.797,38 unidades, registrando su récord número doce desde que comenzó el año.
En cambio, el selectivo S&P 500 recortó un 0,09 % y se situó en 5.021,84 unidades, y el índice Nasdaq cedió un 0,30 %, hasta 15.942,55.
Los principales indicadores de la plaza estadounidense llevan cinco semanas consecutivas de ganancias y el viernes pasado el S&P 500 rebasó por primera vez los 5.000 puntos, por lo que este lunes los inversores parecieron tomarse un respiro.
Según los analistas, el mercado está pendiente de la publicación este martes del índice de precios al consumidor (IPC) en EE. UU., que la Reserva Federal tendrá en cuenta para informar sus próximas decisiones sobre los tipos de interés.
Aparte de eso, esta semana se esperan otras cifras que servirán de termómetro de la economía, relacionadas con las ventas del sector minorista, la producción o la balanza comercial.
En el plano corporativo, hoy destacó otra noticia de concentración en el sector energético: la fusión entre las petroleras DiamondBack y Endeavor, que generará un gran productor valorado en los 50.000 millones de dólares; Diamondback se disparó un 9,4 % en bolsa (Endeavor no cotiza).
Mientras, la fabricante de chips Nvidia, una de las mayores beneficiadas del desarrollo de la Inteligencia Artificial, sobrepasó brevemente a Amazon en capitalización de mercado, aunque finalmente se quedó en 1,785 billones frente a los 1,79 billones del gigante del comercio electrónico.
Por sectores, destacaron las ganancias de las empresas de servicios públicos (1,14 %) y energía (1,05 %), y las más perjudicadas fueron las tecnológicas.
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