Rehenes argentinos liberados por ejército israelí

INTERNACIONAL

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Foto: Israel Defense Forces

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Los dos rehenes de origen argentino liberados en Gaza por las fuerzas israelíes pudieron reencontrarse con sus familiares el lunes, «un milagro» por el que todavía están «en shock» tras cuatro meses de incertidumbre.

Fernando Marman, de 60 años, y Louis Har, de 70, llevaban 128 días secuestrados cuando fueron liberados durante una gran operación nocturna en Rafah, que incluyó bombardeos que, según el grupo terrorista Hamás, dejaron un centenar de palestinos muertos.

Los dos israelo-argentinos, secuestrados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre en el kibutz Nir Yitzhak (sur de Israel), fueron exfiltrados entre disparos por un comando que irrumpió con explosivos en el edificio donde estaban retenidos por el movimiento islamista palestino.

Sobre las 03H15 llegaron en helicóptero al hospital Sheba de Ramat Gan, cerca de Tel Aviv. «Alrededor de las 03H00 recibimos una llamada de las autoridades israelíes, que nos dijeron: «Tenemos a Fernando y Louis, vengan a verlos al hospital». Quedamos conmocionados. No lo esperábamos», explicó Idan Bejerano, yerno de Luis Har, a los periodistas en el centro médico.

«Cuando los vimos, el corazón latía a mil por hora, quizás más. Hubo muchas lágrimas, abrazos y pocas palabras», explicó Bejerano. También en el centro médico, la sobrina de Marman, Gefen Sigal Ilan, no podía dejar de temblar tras el anuncio de la liberación de su tío.

Estoy «en shock», «cuando lo vi, no podía creer que fuera cierto», declaró la mujer de 36 años a la agencia AFP, visiblemente emocionada, y añadió que los hombres están «muy delgados, muy pálidos».

Para el director del hospital, Arnon Afek, «el momento más emotivo fueron los abrazos en silencio» durante el reencuentro. «Me acordaré de este momento toda mi vida», aseguró.

A finales de noviembre, el hospital Sheba ya había acogido a unos treinta rehenes liberados en el marco de un acuerdo de tregua.

Una portavoz del hospital detalló después que aunque ambos estaban «estables», eran «evidentes» los «signos de cautiverio prolongado y la falta de atención médica» durante su retención en Gaza. Liberar al popular político palestino encarcelado Marwan Barghouti podría ser una opción en las actuales conversaciones de alto al fuego. Y su regreso podría cambiar las reglas del juego en la política palestina.

Hasta ahora, los partidos enfrentados aún no han aprobado ningún acuerdo que incluya la liberación de Marwan Barghouti, probablemente el prisionero palestino más famoso en la actualidad, como parte de las actuales negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamás. No obstante, el alto funcionario de Hamás Osama Hamdan ya incluyó el nombre de Barghouti en la lista de exigencias.

El político palestino, de 64 años, es considerado uno de los líderes de la primera Intifada, de 1987 a 1993, y fue acusado por Israel de haber tenido también un papel protagonista en la Segunda Intifada, el levantamiento palestino que se desarrolló entre septiembre de 2000 y febrero de 2005.

Actualmente tras las rejas en Israel, Barghouti es miembro del brazo ejecutivo de Fatah, un partido político nacionalista palestino, y, en ausencia, uno de varios miembros del Consejo Legislativo Palestino, la legislatura de la Autoridad Palestina.

«Barghouti es considerado el político palestino más popular y un líder político que podría superar la división interna palestina y unir a muchos palestinos detrás de él», dijo a DW Simon Engelkes, director de la oficina de Ramallah de la Fundación alemana Konrad Adenauer.

Para muchos palestinos, Marwan Barghouti combina carisma e influencia política con credibilidad como figura de liderazgo debido a sus experiencias en el exilio, el encarcelamiento y su papel durante la Segunda Intifada.

En 2004, los tribunales israelíes condenaron a Barghouti a la pena máxima de cinco cadenas perpetuas por los asesinatos de cinco personas, entre ellas, un monje ortodoxo griego, y a otros 40 años por intento de asesinato y actividad en una organización terrorista.

A pesar de esas sentencias, Barghouti registró su propia lista para las elecciones parlamentarias palestinas de 2021, que luego fueron canceladas.

En 2017, lideró una huelga de hambre de 41 días de más de 1.500 prisioneros en un intento por mejorar las condiciones en la prisión, como una ampliación de las horas de visita, mejor acceso a la educación, y para frenar la negligencia médica hacia los presos, así como la práctica del aislamiento.

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