Biden maltrata al ruso Vladímir Putin

INTERNACIONAL

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Presidente de Estados Unidos, Joe Biden / Foto: Maryland GovPics

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó a su homólogo ruso Vladímir Putin de «loco HDP» en un acto público de recaudación de fondos celebrado el miércoles en California.

«Tenemos un loco HDP como ese tipo Putin, y otros, y siempre tenemos que preocuparnos por el conflicto nuclear, pero la amenaza existencial para la humanidad es el clima», dijo Biden en un breve discurso en el evento en San Francisco al que asistieron un reducido grupo de periodistas.

En inglés, Biden utilizó las tres letras «SOB», abreviatura de «son of a bitch», insulto que puede traducirse al español como «hijo de perra». La explosión de lenguaje duro de Biden sigue a otras ocasiones en las que ha llamado «carnicero» y «criminal de guerra» al presidente de Rusia, que ordenó la invasión de Ucrania en 2022.

Biden aseguró que Estados Unidos anunciará el 23 de febrero un paquete de nuevas y fuertes sanciones contra Rusia por la muerte en prisión del líder opositor Alexéi Navalny.

En tanto, un día antes en una entrevista a Fox News, el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) comparó su situación legal con la muerte de Navalny.

Trump, que tardó 72 horas en pronunciarse sobre la muerte del opositor ruso con un mensaje en redes sociales, no mencionó a Putin, al que los principales líderes occidentales ─y en especial Biden─ acusan de lo ocurrido. Tampoco, condenó su muerte en prisión.

El exmandatario optó directamente por comparar el destino de Navalny con su situación política y judicial en Estados Unidos. «Es algo horrible, pero también está sucediendo en nuestro país», afirmó el republicano, que aprovechó para volver a criticar la sentencia dictada por un juez en Nueva York que le obliga a pagar una multa de 355 millones de dólares por varios casos de fraude en su empresa familiar.

El principal candidato a la nominación republicana para las presidenciales de noviembre de 2024 se ha referido en varias ocasiones a su buena relación con Putin, y suele destacar en sus discursos que ─si finalmente es elegido presidente─ acabará con la guerra de Ucrania en 24 horas.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, «ya perdió la guerra» en Ucrania y la actual contraofensiva de Kiev para reconquistar los territorios ocupados en casi 17 meses de guerra lo obligará a negociar, afirmó este jueves (13.07.2023) el presidente estadounidense, Joe Biden.

Putin «podría poner fin a la guerra mañana, solo tendría que decir: «Me detengo»», declaró Biden durante una visita a Finlandia para celebrar la reciente adhesión a la OTAN del país nórdico, fronterizo con Rusia.

«Pero no hay posibilidad de que [Putin] gane la guerra en Ucrania (…). Ya la perdió», debido a la falta de recursos militares de Rusia y a sus dificultades económicas, prosiguió.

A pesar del lento avance de la contraofensiva ucraniana en el este y el sur, el presidente estadounidense se dijo convencido de que Moscú terminará solicitando negociaciones y de que la guerra no se alargará durante años.

«Mi esperanza y mi expectativa son que Ucrania realice avances significativos en su ofensiva y que eso conduzca a una solución negociada en algún momento», afirmó.

Biden reiteró la promesa de que Ucrania terminará formando parte de la OTAN, pese a la frustración de la antigua república soviética por no haber obtenido un calendario de adhesión durante la cumbre de la Alianza de defensa transatlántica de esta semana en Lituania.

«No se trata de saber si [los ucranianos] se adherirán a la OTAN, sino de saber cuándo se podrán adherir. Y se adherirán», declaró.

Putin advirtió poco después que el eventual ingreso de Ucrania a la OTAN «no mejorará la seguridad de ese país y de una manera general volverá más vulnerable al mundo y provocará tensiones adicionales en la escena internacional».

Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 alegando, entre otras razones, la necesidad de impedir que la antigua república soviética se integrase un día a la alianza de defensa transatlántica liderada por Estados Unidos.

Ucrania obtuvo en la cumbre de la OTAN promesas de mayor apoyo militar de las potencias occidentales. Un apoyo que Putin minimizó.

Los misiles occidentales «causan daños, pero no está sucediendo nada crítico en las zonas de combate donde se han utilizado. Lo mismo ocurre con los tanques de fabricación extranjera», afirmó en una entrevista transmitida por la televisión estatal rusa.

Un general ucraniano anunció que las fuerzas armadas ya recibieron bombas de racimo, un tipo de armas sumamente controvertidas prometidas por Estados Unidos.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que el uso de esas armas, que desperdigan submuniciones en un vasto terreno, obligaría a Rusia a «tomar ciertas contramedidas», que serán decididas por sus fuerzas armadas.

Tras el fin de la cumbre de la OTAN, Rusia lanzó una serie de ataques aéreos contra Ucrania, que aseguró por su parte haber destruido 20 drones explosivos y dos misiles de crucero rusos.

Los bombardeos nocturnos dejaron al menos cuatro heridos en Kiev, según las autoridades.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, indicó que la entrega de aviones de combate occidentales F-16, necesarios según Kiev para golpear detrás de la línea de frente rusa, se consideraría una amenaza «nuclear», ya que esos aparatos son capaces de transportar armas atómicas.

Sin embargo, según Biden, no hay «una perspectiva real (…) de que Putin use armas nucleares», pues «no solo Occidente, sino también China y el resto del mundo han dicho: «No entres en ese terreno»».

Biden llegó el miércoles a Finlandia para cerrar la gira europea que comenzó el domingo en Londres.

Finlandia dejó atrás décadas de neutralidad y en abril se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN.

La entrada del país, que implica que Rusia tiene ahora otros 1.300 kilómetros de frontera con la OTAN, es un revés estratégico para Moscú. Suecia debería entrar a su vez en breve tras el visto bueno de Turquía.

El presidente estadounidense también habló de la revuelta abortada en junio del grupo paramilitar ruso Wagner y bromeó diciendo que su líder, Yevgueni Prigozhin, debe tener «cuidado con lo que come».

La visita a Finlandia simboliza el gran giro en las relaciones entre Washington y Moscú en los últimos años.

Hace cinco años, en la misma sala de Helsinki, el entonces presidente Donald Trump celebró una conferencia de prensa conjunta con Vladímir Putin.

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