INTERNACIONAL

Lectura: 5 minutos
La OTAN inició este lunes las maniobras militares Nordic Response 2024 en el norte de Finlandia, Noruega y Suecia, un ejercicio en el que participarán cerca de 20.000 efectivos de 13 países.
Las maniobras tendrán lugar no muy lejos de la frontera septentrional con Rusia e incluirán ejercicios por tierra, mar y aire en los que también participarán países como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Países Bajos.
En el caso de Finlandia, que desplegará unos 4.100 soldados y 700 vehículos, se trata de las primeras maniobras aliadas en las que participa como miembro de la OTAN y las mayores de su historia fuera de sus fronteras, según fuentes de Defensa.
«Este ejercicio demostrará la capacidad operativa de la OTAN, su cohesión y su voluntad de defender todo el territorio de la alianza», señaló el Ministerio de Defensa de Finlandia en un comunicado.
Suecia, por su parte, podría cerrar su proceso de adhesión a la OTAN antes de que terminen las maniobras el próximo 15 de marzo, ya que solo resta que el presidente húngaro Tamás Sulyok ratifique el ingreso.
Según un comunicado de las fuerzas armadas noruegas, los ejercicios en la región ártica permitirán aumentar la preparación nórdica y la capacidad para llevar a cabo operaciones conjuntas a gran escala en condiciones meteorológicas y climáticas difíciles.
Estas maniobras forman parte del ejercicio Steadfast Defender 2024, uno de los mayores de la alianza militar desde el final de la Guerra Fría, que comenzó a finales de enero y concluirá a finales de mayo.
En él participarán 90.000 militares, 1.100 vehículos, más de 50 barcos y 80 activos aéreos, entre aviones, helicópteros y drones.
Puede que ya sea demasiado tarde, pero los partidarios de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, y del presidente de Rumania, Klaus Iohannis, esperan que aún sea posible cruzarse en el bien pavimentado camino que lleva al saliente primer ministro neerlandés Mark Rutte hacia el mando de la OTAN.
El proceso para elegir a un nuevo jefe de la alianza militar se ha realizado tradicionalmente lejos del escrutinio público. Incluso hablar abiertamente de las ambiciones personales frente al cargo sería indecoroso, aun cuando los candidatos trabajen tras bambalinas para lograr el apoyo necesario.
A pesar de todo este secretismo, se sabe que Rutte es considerado el candidato con más opciones por la mayoría de los aliados. Todo parecería indicar que será él quien reemplace en octubre al noruego Jens Stoltenberg, el segundo secretario general con más años de servicio en la historia, quien se retirará con una década de trabajo a sus espaldas.
La OTAN quiere que la decisión se tome antes de que la Unión Europea (UE) comience a barajar los escaños del Parlamento Europeo tras las elecciones de junio y de las votaciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre. Sin embargo, la noción de que esto ya estaba cerrado parece verse sacudida por el creciente apoyo que recibe Kallas en redes sociales y un reporte de la agencia Bloomberg, que sostiene que el presidente de Rumania también quiere pelear por el puesto.
Butte ha sido elogiado por su extensa carrera política, pero cuando se trata de la OTAN, no posee algunas características que muchos quisieran ver en un nuevo secretario general. Por ejemplo, que sea mujer o que provenga de Europa del Este. Incluso se considera relevante que pertenezca a un país que cumpla con el objetivo de la OTAN de gastar 2 por ciento del PIB en Defensa, algo que Países Bajos no hace, a diferencia de Estonia y Rumania.
Ben Tallis, miembro del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, contribuyó a impulsar la candidatura de Kallas tras la Conferencia de Seguridad de Múnich a mediados de febrero. Para él, el estilo de liderazgo franco de la estonia es lo que necesita la OTAN.
Otras voces prominentes se han sumado a esta corriente, entre ellas Andrew Michta, director de la Iniciativa Estratégica Scowcroft del Consejo Atlántico, para quien Rutte «no es el candidato correcto». Michta prefiere a alguien de uno de los aliados del flanco oriental, que «entiende la naturaleza existencial de la amenaza» rusa. «Aún hay tiempo para corregir el rumbo», afirmó.
Tallis sugiere que el impulso suscitado en X (antes Twitter) empujó la aparentemente abrupta decisión de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania de anunciar su apoyo a Rutte en los últimos días. Para él, esto es un esfuerzo por desalentar la disidencia que podría demorar el consenso en torno a Rutte. «El hecho de que un candidato (Kallas) tan creíble este obteniendo una oleada de apoyo popular es aterrador para gente que quiere arreglar esto dentro de una elite», apuntó.
Tallis estima que el método opaco de elegir al nuevo jefe de la OTAN es un problema más importante que la viabilidad de cualquier aspirante al puesto. «Están tratando de frenar este proceso, y si lo hacen, solo crearán problemas en el futuro», sostiene. «La gente se ha involucrado en las políticas de defensa en los últimos dos años más que antes y quiere sentirse representada en este proceso, no excluida de él».
Otro artículo de interés: Rusia persigue a primera ministra de Estonia
