ARGENTINA

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La firma italiana dueña de Edesur, cambió sus perspectivas de inversión en el país tras la asunción de las nuevas autoridades. La empresa había empezado el proceso para deshacerse de sus activos e irse del país el año pasado.

La política energética y cambiaria del Gobierno anterior había provocado un masivo éxodo empresarial como no se veía en décadas. El congelamiento de las tarifas de los servicios públicos hizo que las empresas distribuidoras de energía dependieran exclusivamente del subsidio estatal (arbitrario) para poder continuar sus operaciones.

Al mismo tiempo, las restricciones para la importación de insumos deterioró la expansión de la capacidad instalada en el país, y las restricciones cambiarias (especialmente para la salida de divisas) boicotearon cualquier tipo de inversión extranjera directa que quisiera radicarse en Argentina.

La empresa italiana ENEL, actualmente a cargo de Edesur, había decidido en 2022 irse del país por la brutal crisis económica, y el año pasado había empezado a deshacerse de sus activos en Argentina, incluida la venta de la distribuidora eléctrica.

Sin embargo, con la asunción de Javier Milei, las perspectivas dieron un giro de 180° sobre el rumbo de la economía, y la confianza del sector privado volvió a cobrar fuerzas. ENEL anunció esta semana que decidió quedarse en Argentina revirtiendo su retirada.

La empresa también opera en otros países como Bélgica, Bulgaria, Francia, Grecia, Países Bajos, España, Portugal, Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay, entre muchos otros. a pesar de que todos sufrieron en mayor o menor medida la crisis de la pandemia y la guerra en Ucrania, como le gusta repetir al kirchnerismo, ENEL solamente había lanzado un programa serio de desinversión para despojarse de sus posesiones en Argentina.

Pero la derrota del kirchnerismo permitió trazar un horizonte más ameno para la iniciativa privada. El Gobierno de Milei promete corregir el desfasaje tarifario de los últimos años, para que los servicios de distribución eléctrica puedan volver a capitalizarse.

El atraso tarifario fue directamente responsable de desalentar sistemáticamente la debida inversión en infraestructura y modernización, algo que se materializa cada año con amplios cortes de luz a lo largo y ancho del Área Metropolitana de Buenos Aires (especialmente con las elevadas temperaturas).

ENEL promete lanzar un paquete de inversiones en el país a medida que se recompongan las tarifas y Edesur vuelva a generar ganancias, y terminar con el macabro esquema donde la empresa subsiste únicamente por los subsidios del Estado Nacional.

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