ARGENTINA

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En los últimos 20 años el crecimiento del sector público en las provincias fue incluso más explosivo en comparación al que se registró sobre el Estado nacional. Con la dinámica inflacionaria propia del modelo kirchnerista, los sucesivos presupuestos nacionales perdieron eficacia en su planificación y debieron ajustarse de manera discrecional, algo que inevitablemente afectó a las transferencias que destinan a las provincias.

Las transferencias discrecionales a las jurisdicciones locales, actualmente recortadas a su mínima expresión por el Gobierno nacional, permitieron una amplia expansión del empleo público en las provincias durante los últimos 2 años.

La provincia de Mendoza registró el crecimiento de la planta de personal estatal más grande de entre todas las jurisdicciones, con un alza del 41,2% entre 2022 y 2024 en lo que respecta a la cantidad de empleados públicos por habitante. Se trata de la cantidad de puestos planificados para los presupuestos de cada año en cuestión.

Le sigue Formosa (33,1%), Salta (31,2%), Tucumán (25%), Jujuy (22,8%), Catamarca (15,8%), Santiago del Estero (15%) y Santa Fe (11,6%), entre las jurisdicciones que más empleo público añadieron a su estructura local en los últimos dos años.

La provincia de Neuquén fue la jurisdicción que más recortó su planta de personal de acuerdo a los presupuestos de 2024 y 2022 respectivamente. Su cantidad de agentes estatales presupuestados cayó casi un 15%. Por detrás de esta provincia se encuentra Chubut (-11,3%), Buenos Aires (-9,5%), Misiones (-9,1%) y Tierra del Fuego (-8,7%), entre otras.

Del total de las 24 jurisdicciones que componen al país, 5 tienen una relación de personal estatal que incluso alcanza a superar los 100 empleados públicos por cada 1.000 habitantes.

La provincia de La Rioja encabeza el ranking con una dotación de hasta 130 empleados públicos por cada 1.000 personas, y le sigue Catamarca con 125, Tierra del Fuego con 117, Santa Cruz con 114 y Jujuy con 104 respectivamente.

El programa del presidente Javier Milei y del ministro de Economía Luis Caputo pretende homogeneizar el esfuerzo fiscal en todos los niveles del Estado, y en particular corregir el desequilibrio de empleo público en las provincias.

De esta manera, el Gobierno tomó la decisión de recortar hasta un 98% de los recursos canalizados para subsidiar a las provincias por los siguientes fondos:

• Fondo Compensador a las Provincias (FCP)

• Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID)

• Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires (FFFPBA)

• Fondo de asistencia financiera a Provincias y Municipios (ATN)

• Transferencias discrecionales

El presidente Javier Milei dio de baja en sus primeros días al frente de la Casa Rosada el programa de Previaje, un sistema de subvención estatal que financiaba las vacaciones de los argentinos hasta un 70%.

Si bien el programa se lanzó por una única vez para recuperar el sector turístico después de la pandemia, el gobierno kirchnerista decidió mantenerlo durante toda su gestión y llegó a tener seis ediciones diferentes con un costo multimillonario para el Estado Nacional.

Según argumentaban el kirchnerismo, sin los subsidios del Previaje el sector iba a volver a caer en crisis y el turismo iba a colapsar. Milei, confiando en el libre mercado, decidió darlo de baja y dejar que las fuerzas del sector privado hagan lo suyo: y rápidamente cumplieron.

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