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El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó este lunes a Irán de haber llevado a cabo «un ataque desproporcionado» contra suelo israelí, al tiempo que confirmó que las fuerzas francesas participaron en la intercepción de los misiles y drones iraníes.
«Por primera vez Irán ha decidido enviar misiles desde su suelo a Israel. Es algo peligroso, han decidido golpear de forma inédita. Tenemos que estar al lado de Israel, pero pedir proporcionalidad en la respuesta», aseguró Macron en una entrevista en la televisión BFMTV.
Agregó que el ataque fue una respuesta «a una acción de Israel contra una sede diplomática iraní en Damasco», pero la consideró «desproporcionada».
Macron aseguró que aviones franceses despegaron en la noche del pasado sábado de su base en Jordania, a petición de este país, e «interceptaron» varios proyectiles, sin dar más detalles.
Señaló que la intervención francesa, que tuvo lugar por la violación del espacio aéreo jordano, se hizo en coordinación con Estados Unidos y el Reino Unido.
El presidente francés consideró que Israel tiene derecho a defenderse y aseguró que deberá encontrar la forma de hacerlo con proporción. En ese sentido propuso que efectúe «bombardeos a intereses militares (iraníes) de forma calibrada para poner fin a esta situación».
Macron, que este domingo participó en una reunión telemática de los líderes del G7, mantendrá a lo largo de la jornada una conversación con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a quien volverá a pedir un alto el fuego en Gaza.
«Israel puede luchar contra el terrorismo (…) pero es una democracia y tiene que hacerlo de forma proporcionada», señaló el presidente galo, que consideró que la intervención de Francia para interceptar proyectiles iraníes muestra que es «un socio creíble».
Al tiempo, se felicitó del cambio de posición de los Estados Unidos, que «han pedido la tregua más tarde» pero que «ahora lo hacen», y destacó el importante papel que tienen para «contener a Irán con sanciones que limiten su acceso al arma nuclear o a la producción de misiles y drones que, además, venden a Rusia para atacar a Ucrania».
La tensión del enfrentamiento entre dos enemigos acérrimos, Irán e Israel en el tablero mundial, tras el lanzamiento este fin de semana por parte de Teherán y el régimen de los Ayatolah de hasta 300 drones y misiles de crucero y balísticos, de momento no ha tenido una incidencia en el mercado.
Por un lado, con los recortes a contracorriente de los precios de un crudo que ha llegado estas semanas a máximos anuales por la escala de la violencia en Gaza. Y sin caídas en los mercados tanto europeos como en Wall Street, a pesar de la escala.
Varios son los factores que los expertos en defensa destacan en las características del ataque de Irán: se produjo contra objetivos militares y no civiles, claramente calculado, sin grandes daños materiales y sin muertos, con el 99% de lo lanzado interceptado por Israel con la ayuda de EE. UU. y Reino Unido.
Un ataque muy limitado, tras el que Estados Unidos ha respondido a Irán como Teherán quería: con el compromiso de que no colaborará con Israel en nuevo ataque contra Irán.
Hay dos razones que son claramente negativas para EE. UU. en este conflicto: se produce en año electoral y de, devenir en un marcado carácter negativo la escalada de violencia, supondría un aumento en el precio del petróleo, con las consecuentes presiones inflacionistas que Joe Biden, el presidente candidato a la reelección trata de evitar a toda costa, mientras que, el candidato republicano, Donald Trump lo que menos necesita es embarcarse en un conflicto militar que rechaza de plano.
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