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Donald Trump, potencial candidato republicano a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, solicitó a ejecutivos del sector petrolero 1.000 millones de dólares para su campaña a cambio de eliminar políticas de protección medioambiental puestas en vigor por el presidente Joe Biden, según informó este jueves The Washington Post.
El periódico afirmó que Trump cenó el mes pasado en su residencia de Mar-a-Lago Club (Florida) con los ejecutivos de algunas de las principales empresas petroleras del país.
Durante la reunión, señaló el periódico, uno de los ejecutivos se quejó de que, aunque el sector ha destinado 400 millones de dólares para cabildear la Administración Biden, el Gobierno estadounidense ha seguido imponiendo exigentes regulaciones medioambientales a las empresas.
La respuesta de Trump a las quejas fue ofrecer al sector cancelar las políticas medioambientales de Biden a cambio de 1.000 millones de dólares en contribuciones para que pueda volver a la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales de noviembre de este año.
Trump añadió que 1.000 millones de dólares es una cantidad que las compañías petroleras pueden conseguir con facilidad y que recuperarían rápidamente con los cambios normativos que aprobaría su hipotética administración.
Durante su presidencia (2017-2021), Trump eliminó o socavó 125 regulaciones medioambientales existentes. El político y empresario conservador también ha calificado como «fraude» el cambio climático.
Funcionarios y asesores mexicanos anticipan un cambio drástico en las relaciones con EE. UU. en caso de que Donald Trump gane en noviembre.
Estudian sus entrevistas, se preparan para deportaciones masivas y elaboran propuestas de políticas para llevar a la mesa de negociaciones.
Mientras México se dirige a sus elecciones presidenciales, programadas para el mes que viene, funcionarios y asistentes de campaña también se están preparando para otros comicios: una votación en Estados Unidos que podría llevar de vuelta a Donald Trump a la presidencia.
La última vez que Trump asumió el cargo, su victoria sorprendió a muchos de los aliados de Estados Unidos, y su diplomacia reforzada por amenazas los obligó a adaptarse sobre la marcha. Ahora tienen tiempo para anticipar de qué modo una victoria de Trump podría cambiar las relaciones que el presidente Joe Biden ha intentado normalizar, y se están preparando con ahínco para una conmoción.
Para algunos, lo que predomina es el recuerdo de negociar con Trump durante su mandato, cuando utilizó amenazas extremas contra México.
¿Qué se requirió en ese entonces para llegar a un acuerdo con el equipo de Trump? «Tiempo, paciencia, sangre fría», dijo en una entrevista el exsecretario de Relaciones Exteriores de México Marcelo Ebrard. «Si entiendes esto, se puede ganar. No es sencillo».
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