Controversia de Estados Unidos con Georgia

INTERNACIONAL

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Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken / Foto: U.S. Department of State

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Estados Unidos amenazó este martes con cortar la asistencia económica y militar que destina cada año para Georgia tras la adopción definitiva de la ley sobre agentes extranjeros, rechazada por la oposición de ese país debido a su parecido con la normativa rusa que persigue a la disidencia.

«Damos a Georgia 390 millones de dólares anuales en asistencia militar, proyectos de desarrollo económico, para las instituciones y la sociedad civil. Tendremos que reevaluar todo eso si el Gobierno de Georgia considera ahora que Estados Unidos y otros países occidentales ya no somos socios, sino adversarios», dijo en una rueda de prensa Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.

Miller condenó la adopción de esta nueva legislación porque, a juicio de Washington, aleja a Georgia del «camino de integración europea» y desoye al pueblo georgiano que «durante semanas ha salido a las calles para expresar su oposición a la ley».

«La retórica antioccidental del partido que gobierna en Georgia amenaza la democracia georgiana, su futuro económico y su membresía en la Unión Europea, y pone en riesgo la relación con Estados Unidos», aseveró el portavoz.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, impuso la semana pasada sanciones contra diputados georgianos que aprobaron la nueva ley y anunció una «revisión integral» de las relaciones con Georgia, unas amenazas que Georgia calificó de «ridículas».

El Parlamento de Georgia rechazó este martes el veto presidencial a la ley sobre agentes extranjeros: un total de 84 diputados de los 104 presentes votó a favor de la normativa y en contra del veto impuesto el 18 de mayo por la presidenta, la europeísta Salomé Zurabishvili.

El Parlamento georgiano había aprobado la ley el pasado 14 de mayo, pero la presidenta del país vetó la norma cuatro días después y exigió su derogación, aduciendo que aleja al país de Europa.

Si la normativa, que fue rechazada por la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, entra en vigor, las organizaciones no gubernamentales y los medios con más de un 20 % de financiación exterior tendrán que presentar una vez al año declaraciones públicas.

El presidente ruso, Vladímir Putin, amenazó hoy a Europa con «graves consecuencias» en caso de que los países de la OTAN permitan a Ucrania el uso de armamento occidental contra objetivos en territorio ruso.

«Estos representantes de los países de la OTAN, especialmente en Europa, especialmente en países pequeños, deben ser conscientes de con qué están jugando. Deben recordar que, por regla general, se trata de Estados con territorios pequeños, pero densamente poblados», dijo Putin en rueda de prensa al término de su visita a Uzbekistán.

Putin subrayó que «ese factor es el que deben tener en cuenta antes de hablar sobre el lanzamiento de ataques contra el interior de territorio ruso».

«Esta constante escalada puede tener graves consecuencias y si esas graves consecuencias se hacen notar en Europa, ¿cómo reaccionará Estados Unidos?», dijo Putin, quien aludió a la paridad nuclear entre ambas superpotencias.

Agregó: «¿Acaso desean un conflicto global?».

En alusión a las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre la necesidad de permitir a Kiev atacar Rusia con armamento occidental, Putin aseguró que este no puede no saber que las armas de alta precisión de largo alcance no pueden ser lanzadas sin el empleo de satélites espías occidentales.

«Él fue primer ministro de Noruega. Nos reunimos y solucionamos asuntos complicados sobre el mar de Barents y otros. En general pudimos llegar a acuerdos. Entonces, estaba seguro de que no sufría de demencia», afirmó.

Putin subrayó que la elección de los objetivos sólo puede ser realizada por «especialistas altamente cualificados» y destacó que misiles de crucero Storm Shadow pueden recibir las instrucciones de vuelo «sin presencia alguna de soldados ucranianos».

También subrayó que los objetivos también se pueden introducir automáticamente en el caso de los ATACMS estadounidenses sobre la base de datos satelitales.

«¿Quién hace esto? Lo hacen aquellos que producen y aquellos que supuestamente suministran a Ucrania esos sistemas ofensivos. Esto puede ocurrir y ocurre sin la participación de los soldados ucranianos», señaló.

Subrayó que esas misiones «no las preparan los soldados ucranianos, sino los representantes de los países de la OTAN».

Putin también se preguntó si EE. UU. realmente desea llegar a un acuerdo en materia de armamento estratégico, ya que, añadió, Moscú no ve ahora «grandes deseos».

En declaraciones al semanario «The Economist», Stoltenberg aseguró el fin de semana que la posibilidad de que Ucrania pueda atacar dentro de territorio de Rusia es «legal», siempre y cuando se traten de «objetivos militares y legítimos», por lo que llamó a levantar el veto al uso de armas occidentales.

Al respecto, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, pidió este martes un «equilibrio» entre la necesidad de Ucrania de atacar objetivos en territorio ruso y el riesgo de escalada en el conflicto.

Por su parte, el primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo hoy que los aviones de combate F-16 que entregará a Ucrania, según el acuerdo que firmó hoy con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sólo se podrán utilizar en territorio ucraniano y no para atacar directamente a Rusia.

El presidente ucraniano, en cambio, insistió en la necesidad de obtener el visto bueno de sus aliados para usar el armamento occidental contra territorio ruso.

El Reino Unido dio el primer paso y autorizó recientemente a Ucrania a golpear territorio enemigo con su armamento, pero Estados Unidos, Alemania, Francia y la mayor parte de los aliados de Kiev se lo han prohibido.

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