INTERNACIONAL

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El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó el viernes (07.06.2024) que «no hay una amenaza militar inmediata» contra los países de la alianza, después de que Rusia acusara a las potencias occidentales de lanzar «un nuevo ciclo de escalada» en Ucrania.
El Kremlin acusó la semana pasada a los países de la Alianza Atlántica de lanzar «un nuevo ciclo de escalada de las tensiones», después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, levantara las restricciones impuestas a Ucrania para usar armas suministradas por Washington para atacar territorio ruso.
Estados Unidos circunscribió esta autorización a las operaciones destinadas a la defensa de Járkov, una región del noreste de Ucrania cercana a la frontera entre los dos países que desde mayo es blanco de una ofensiva rusa.
«Siempre que no demos lugar a malentendidos o a evaluaciones erróneas en Moscú o en otras capitales de países que puedan atacarnos, no existe ninguna amenaza militar contra los países de la OTAN», declaró Stoltenberg durante una visita a Suecia, el miembro más reciente de la alianza.
Al ser interrogado sobre la posibilidad de que Rusia ponga a prueba el compromiso de los países de la OTAN de defender a uno sus miembros en caso de ataque (establecido en su artículo 5º), Stoltenberg respondió: «No hay una amenaza militar inmediata contra ningún país de la OTAN».
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el jueves que suministrará a Ucrania cazas Mirage-2000 y el Kremlin acusó a Francia de estar «dispuesta» a «participar directamente en el conflicto» en Ucrania.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, anunció que desplegará aviones de guerra en el contingente de vigilancia aérea de la alianza en el mar Báltico.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reiteró este mismo viernes durante una visita a Francia, su llamado a «hacer más» por ayudar a su país a contrarrestar la ofensiva rusa que comenzó en febrero de 2022.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió este sábado (08.06.2024) a Joe Biden en una solemne ceremonia celebrada en el Arco del Triunfo de París, en la que fue la primera etapa de la primera visita de Estado de su colega estadounidense a Francia.
Tras el despliegue de un enorme convoy de seguridad que perturbó la circulación de París, Biden y su esposa, Jill, fueron recibidos por Macron y su mujer, Brigitte, en las inmediaciones del Arco del Triunfo.
En un primer momento, se interpretaron los himnos nacionales de los dos países, el estadounidense «The Star Spangled Banner» y «La Marseillaise» francesa y, a continuación, Macron y Biden encendieron la llama dedicada al «soldado desconocido», que rinde tributo a los soldados franceses fallecidos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Los dos mandatarios escucharon de nuevo los himnos nacionales, esta vez a capela. El acto fue clausurado por una exhibición de cuatro cazas, que sobrevolaron el Arco del Triunfo.
Al término de la ceremonia, los mandatarios se dirigieron a un almuerzo de trabajo en la sede de la presidencia de Francia, el Palacio del Elíseo, para, más tarde, una conferencia de prensa conjunta en la que podrán abordar la guerra en Ucrania y en Gaza, entre otros asuntos candentes.
Más tarde, se celebrará una reunión de negocios franco-estadounidense y la jornada terminará con una cena de gala.
Aunque los actos bilaterales con Francia se iniciaron este sábado, el dirigente estadounidense había aterrizado en el país europeo el pasado miércoles 5 de junio para participar en las conmemoraciones de los 80 años del Desembarco en Normandía que contribuyó decisivamente a la caída de la Alemania nazista en la Segunda Guerra Mundial.
Biden, quien regresa a su país mañana, domingo, tras visitar el cementerio estadounidense de Bois Belleau (afueras de París), cumplirá así una extensa visita a Francia de cinco días.
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