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El ejército israelí ordenó el lunes una evacuación masiva de palestinos de gran parte de Khan Younis, señal de que es probable que las tropas lancen un nuevo ataque terrestre contra la segunda ciudad más grande de la Franja de Gaza.
La orden sugiere que Khan Younis será el último objetivo de las incursiones de Israel en partes de Gaza que había invadido previamente durante la guerra, mientras persigue a los militantes de Hamas. Gran parte de Khan Younis fue destruida en un largo ataque a principios de este año, pero un gran número de palestinos habían regresado para escapar de otra ofensiva israelí en la ciudad más meridional de Gaza, Rafah.
La evacuación se produjo cuando Israel liberó al director del que alguna vez fue el hospital más grande de Gaza después de retenerlo durante siete meses sin cargos ni juicio. Israel alegó que el hospital había sido utilizado como centro de mando de Hamás, lo que él y otros funcionarios de salud palestinos han negado. El médico dijo que él y otros detenidos fueron retenidos en duras condiciones y torturados.
La decisión de liberar a Mohammed Abu Selmia planteó dudas sobre las afirmaciones de Israel en torno al Hospital Shifa, que las fuerzas israelíes han asaltado dos veces desde el inicio de la guerra con Hamás. El hospital quedó gravemente dañado tras los allanamientos.
La liberación de Abu Selmia provocó un revuelo en todo el espectro político de Israel. La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu lo calificó de «un grave error». Los ministros del gobierno y los líderes de la oposición expresaron su indignación e insistieron en que Abu Selmia jugó un papel en el presunto uso del hospital por parte de Hamas, aunque los servicios de seguridad israelíes rara vez liberan unilateralmente a los prisioneros si tienen sospechas de vínculos militantes.
La orden de evacuación del lunes cubría la mitad oriental de Khan Younis y una gran franja del extremo sureste de la Franja de Gaza. Horas antes, el ejército dijo que desde Khan Younis se disparó una andanada de cohetes desde Gaza.
Al caer la noche, grupos de civiles caminaban penosamente junto a un flujo constante de vehículos mientras la gente comenzaba a salir de la zona de evacuación. Una mujer arrastraba una maleta con ruedas y encima una niña pequeña. Otros llevaban algunas pertenencias básicas como colchones y ropa.
«Recibimos un mensaje en nuestros teléfonos celulares» para evacuar, dijo una mujer desplazada, Zeinab Abu Jazar, conteniendo las lágrimas.
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