Gobierno de Milei se aparta del Mercosur

ARGENTINA

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Presidente de Argentina, Javier Milei, de gira por Europa / Foto: Secretaría de Prensa (Presidencia de la Nación)

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El presidente de Paraguay, Santiago Peña, dijo que el Mercosur tiene «fatiga de integración» al inaugurar el lunes una cumbre de presidentes a la que el bloque llega con un acuerdo con la Unión Europea estancado, una negociación con China llena de obstáculos y la ausencia del presidente argentino Javier Milei.

«Estamos un poco con fatiga de integración y tenemos que renovar la cultura de la integración; estos espacios son importantes», afirmó Peña a periodistas en el puerto de Asunción, donde recibe a algunos de sus pares del bloque sudamericano: Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, Luis Lacalle Pou, de Uruguay, y Luis Arce, de Bolivia.

El presidente uruguayo dijo este lunes en la cumbre del Mercosur en Asunción que en la cita deberían «estar todos los presidentes» del bloque, en un reclamo al argentino Milei, quien marcó el tono del encuentro con su ausencia.

«No solo importa el mensaje, es muy importante el mensajero», manifestó Lacalle Pou refiriéndose a la ausencia del presidente ultraliberal de Argentina.

«Si el Mercosur es tan importante, acá deberíamos estar todos los presidentes. Yo le presto importancia al Mercosur. Y si realmente creemos en este bloque, deberíamos estar todos», fustigó el mandatario uruguayo.

Argentina, segunda economía del bloque, será representada por su canciller Diana Mondino, luego de que su presidente resolviera no asistir a la cumbre y el domingo se presentara en un foro conservador en Santa Catarina, Brasil, donde se reunió con el ultraderechista Jair Bolsonaro, expresidente brasileño y rival de Lula.

La canciller argentina dijo el sábado en un encuentro ministerial que el bloque regional «está necesitando un shock de adrenalina» y pidió «nuevas modalidades de negociación, más flexibles».

«El Mercosur avanzó mucho en la década de los 1990 pero en los 2000, cuando se creía que iba a haber una integración más profunda (…), hubo un cambio en la tendencia con un sesgo ideológico que hizo desintegrar al bloque», lamentó de su lado Peña.

La flexibilidad ─que permita a los miembros del bloque negociar acuerdos con terceros sin la anuencia de sus socios─, es un viejo reclamo de Uruguay, que impulsará un acuerdo con China cuando asuma la presidencia semestral del grupo al cabo de este encuentro.

La misión es difícil ya que Paraguay carece de relaciones con el país asiático debido a que reconoce a Taiwán como la República de China, algo que Pekín no tolera.

«No estamos cerrados a la negociación como bloques pero no estamos dispuestos a renunciar a una negociación de más de 66 años con la República de China», explicó Peña de forma tajante al ser consultado si aprobaría un TLC con Pekín.

El encuentro tiene lugar además en medio del estancamiento de las tratativas para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), que se negocia hace más de 20 años y que prevé eliminar la mayoría de los aranceles entre las dos zonas, lo que crearía un espacio comercial de más de 700 millones de consumidores.

El acuerdo es resistido por algunos países europeos, principalmente Francia, cuyo sector agropecuario teme la competencia de los productos agrícolas sudamericanos.

«Debimos haber cerrado esta negociación el año pasado» cuando «las condiciones estaban dadas luego de tantos años», lamentó el sábado el canciller uruguayo, Omar Paganini.

En cambio, ahora «el panorama para lo que resta del año está lejos de ser mejor y era anticipable», añadió.

El boliviano Luis Arce debe formalizar el ingreso de su país al bloque tras haber promulgado la ley de adhesión el viernes, días después de haber sofocado lo que calificó como un intento de golpe de Estado en La Paz.

Con la asistencia de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Luis Lacalle Pou; Bolivia, Luis Arce; y el anfitrión, Santiago Peña, la 64 cumbre de jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Estados asociados concluyó con un llamado a una mayor integración, aunque quedó en el ambiente la ausencia del presidente argentino, Javier Milei.

«Nuestro proceso de integración debe estar por encima de estas posibles y legítimas diferencias de visión política», dijo Peña en su discurso.

En un tono conciliador, señaló que los problemas y desafíos del bloque, «no se resuelven fuera del mismo»; «se resuelven con más Mercosur».

Ante consultas de periodistas, Peña había admitido previamente que no pudo conseguir que Milei viniera a Asunción, pero consideró que «el proceso de integración no se detiene».

Otra fue la reacción de su colega de Uruguay, que recibió de Paraguay la presidencia pro tempore del bloque.

«Si el Mercosur es importante, acá deberíamos estar todos los presidentes», afirmó Lacalle Pou, quien defendió, «conceptualmente», la unión del mecanismo.

El gobernante argentino no participó de la que sería su primera cumbre del Mercosur después de su controversia con Lula y de que su país tachó de «falsa» la denuncia de golpe de Estado en Bolivia.

Lula, en una alusión en su discurso a Milei, enfatizó que no tiene sentido recurrir a un «nacionalismo arcaico y aislacionista» y tampoco revivir «las experiencias ultraliberales que solo empeoraron las desigualdades en nuestra región».

Por su parte, el gobernante boliviano recibió de sus colegas presentes el respaldo tras la fallida intentona de golpe del pasado 26 de junio.

Arce agradeció en su intervención a «la mayoría de países» de la región y a la comunidad internacional por su solidaridad.

«El peligro de acortar mi mandato por la vía que fuese no ha desaparecido», admitió el gobernante, que pidió una integración «a partir de respetar el sistema político y el tipo de Gobiernos que los pueblos soberanamente eligen».

La canciller argentina, Diana Mondino, manifestó, sin detalles, que «ningún golpe de Estado es aceptable; ningún ataque a la democracia es aceptable».

La negociación con la Unión Europea (UE) también mereció un capítulo en el debate de los presidentes, ya que continúa estancada después de un cuarto de siglo.

«Simplemente no hemos concluido el acuerdo con la Unión Europea porque los europeos aún no han logrado resolver sus propias contradicciones internas», dijo Lula, quien impulsó este acuerdo cuando estuvo al frente del bloque el año pasado.

Lo secundó Lacalle Pou, quien se quejó del «planteo de algunos presidentes», en especial del francés, Emmanuel Macron, de renegociar «todo de vuelta».

«No parece lógico después de 25 años de zurcir, de trabajar, renegociar todo de vuelta», sostuvo el uruguayo, para quien en Mercosur están «mucho más preparados para avanzar» de lo que está Europa.

En todo caso, la región dejó abiertas las puertas a una negociación en bloque con China, sin que ello afecte la relación de Paraguay con Taiwán, a una aproximación con Panamá y a explorar nuevos mercados en Asia.

Como un primer paso, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, formalizó el interés de su país por participar del Mercosur, sin que se especificara la figura.

«Le digo sí, señor presidente, sí queremos participar», expresó Mulino a Peña, quien invitó al líder panameño a Asunción, su primer destino internacional desde su investidura, el pasado 1 de julio.

Mulino refirió que hubo un intento de acercamiento en 2020. Según un comunicado difundido en octubre de ese año por la Cancillería en Asunción, los entonces embajadores de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay expresaron a ese país el interés de sostener negociaciones para la firma de un Acuerdo de Libre Comercio.

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