INTERNACIONAL

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Estados Unidos instalará misiles de crucero Tomahawk en Alemania para reforzar la disuasión militar de la OTAN en Europa, según un comunicado conjunto de los gobiernos de ambos países publicado este miércoles.
El texto, emitido al margen de una cumbre de la OTAN en Washington, afirma que los «despliegues episódicos» de los misiles de largo alcance comenzarán en 2026, el mayor rearme desde la Guerra Fría.
Estos misiles habrían sido prohibidos por el tratado de 1988 entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, pero el pacto fracasó hace cinco años.
Además de los Tomahawk, los misiles de crucero incluyen el SM-6 «y armas hipersónicas en desarrollo», que tienen un alcance mayor que los misiles estacionados actualmente en Europa.
«El ejercicio de estas capacidades avanzadas demostrará el compromiso de Estados Unidos con la OTAN y sus contribuciones a la disuasión integrada europea», afirma el comunicado.
Las exportaciones de armamento de Alemania aumentaron un 30 % en el primer semestre del año, encabezadas por los suministros a Ucrania, según una respuesta a una pregunta parlamentaria.
Entre el 1 de enero y el 18 de junio, el Gobierno alemán aprobó la entrega de material militar al extranjero por un valor mínimo de 7.480 millones de euros, según una respuesta del Ministerio de Economía a la diputada Sevim Dagdelen, de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que recoge el semanario «Der Spiegel» en su edición digital.
Casi dos tercios de las exportaciones (65 % o 4.880 millones de euros) se destinaron a Ucrania. No en vano Alemania es el segundo país que más ayuda militar aporta a ese país europeo para defenderse de Rusia.
Entre los cinco principales países receptores de armamento alemán figuran también Arabia Saudita (132,48 millones de euros), Singapur (1.210 millones de euros), la India (153,75 millones de euros) y Catar (100 millones de euros).
Esta declaración conjunta entre Estados Unidos y Alemania dejó en claro que el despliegue circunstancial de misiles se consideró inicialmente temporal para luego volverse permanente, como parte del compromiso de Estados Unidos con la «disuasión integrada» de la OTAN y Europa.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, expresó durante la cumbre de la OTAN en Washington, «que la idea detrás del plan estadounidense era alentar a Alemania y otros países europeos a poner sus propias inversiones en el desarrollo y adquisición de misiles de mayor alcance».
El despliegue temporal de armas estadounidenses daría a los aliados de la OTAN tiempo para prepararse, explicó: «Estamos hablando aquí de una brecha de capacidad cada vez más grave en Europa».
Dichos misiles fueron prohibidos bajo las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), que se firmó al final de la Guerra Fría e incluía misiles lanzados desde tierra que podían viajar entre 500 y 5.500 km (310-3.400 millas).
Vladímir Putin de Rusia consideró que era demasiado restrictivo y en 2014 Estados Unidos lo acusó de violar el pacto con un nuevo tipo de misil de crucero con capacidad nuclear.
Estados Unidos finalmente se retiró del tratado en 2019 y Rusia hizo lo mismo.
El partido Verde de Alemania criticó el acuerdo del canciller Olaf Scholz por permitir misiles estadounidenses en suelo alemán.
Los Verdes son parte de la coalición gobernante de Scholz, y su portavoz de seguridad, Sara Nanni, dejó clara su frustración porque no había hecho ningún comentario sobre la decisión.
«Esto puede incluso aumentar los temores y dar lugar a la desinformación y la incitación», dijo al periódico Rheinische Post.
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