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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), eligió este lunes como su candidato a vicepresidente al senador de Ohio J.D. Vance, un joven de 39 años que además de político también es empresario y escritor.

Tras varias semanas de incógnita, Trump anunció a su elegido en la red Truth Social durante la primera jornada de la Convención Republicana, que comenzó este lunes en Milwaukee, en el estado clave de Wisconsin, donde también se formalizó la candidatura de Trump a la Casa Blanca.

El exmandatario republicano afirmó que después de «una larga deliberación y reflexión, y considerando los tremendos talentos de muchos otros», ha decidido que Vance es «la persona más adecuada para asumir el cargo».

Durante la campaña, afirmó, se centrará fuertemente en las personas «por las que luchó tan brillantemente, los trabajadores y agricultores estadounidenses en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Ohio, Minnesota y mucho más allá».

Como vicepresidente, añadió, «continuará luchando» por la Constitución, apoyará a las tropas y hará todo lo que pueda para ayudarle a «hacer grande a Estados Unidos otra vez».

Trump recordó en Truth Social que Vance sirvió en la Infantería de Marina, se graduó de la Universidad Estatal de Ohio en dos años, Summa Cum Laude, y también en la Facultad de Derecho de Yale, donde fue editor de The Yale Law Journal y presidente de la Asociación de Veteranos de Derecho de Yale.

El libro de J.D. «Hillbilly Elegy» «se convirtió en un gran éxito de ventas» y en una película, afirmó el expresidente, quien añadió que «ha tenido una carrera empresarial muy exitosa en tecnología y finanzas».

Su nombre figuraba como favorito de una lista en la que también estaban el senador de Florida, Marco Rubio, el de Carolina del Sur, Tim Scott, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el de Virginia, Glenn Youngkin.

Trump recibió un disparo durante un mitín de campaña en Pensilvania, el sábado. La bala le rozó la oreja y las fuerzas de seguridad lo empujaron al suelo para protegerlo. Trump resultó levemente herido.

«El intento de asesinato fue el peor acontecimiento que pudo haber ocurrido en el polarizado Estados Unidos de hoy. Debemos prepararnos para más violencia», dijo el analista político estadounidense Ian Bremmer, con casi 800.000 seguidores en X, refiriéndose a los dramáticos efectos del ataque al expresidente estadounidense Donald Trump.

La preocupación de Bremmer tras el intento de asesinato de Trump están justificadas. Según un estudio de Reuters, publicado en agosto de 2023, Estados Unidos está experimentando actualmente el mayor aumento sostenido de la violencia política desde la década de 1970. A diferencia de entonces, según el estudio, la mayoría de los ataques no están dirigidos contra propiedades, sino contra personas.

Según Reuters, se han registrado 213 casos de violencia política desde el asalto al Capitolio de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, por parte de partidarios de Donald Trump. Dos tercios de ellos involucraron violencia física y enfrentamientos, 18 de los cuales fueron fatales.

El intento de asesinato de Trump se produjo dos días antes del inicio de la convención republicana, en la que Trump será elegido oficialmente como candidato del partido. La Convención Nacional Republicana 2024 se llevará a cabo del 15 al 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin.

«El disparo contra Trump es consecuencia del apoyo significativo a la violencia política en nuestro país», explica el politólogo Robert Pape, de la Universidad de Chicago, en una entrevista con el diario británico The Guardian. «También debemos preocuparnos de una amenaza contra el presidente Biden como represalias», añadió.

Según un estudio de esa universidad en el marco del proyecto «Seguridad y Amenazas», las causas del aumento de la violencia y la desconfianza hacia los responsables políticos radican en las teorías de conspiración. Dicha encuesta reveló también que, entretanto, hay un mayor apoyo a la violencia contra Trump: un 10 por ciento de los adultos estadounidenses, es decir, alrededor de 26 millones de personas, la apoyan. Un 6,9 por ciento, cerca de 18 millones de personas, dijeron estar dispuestas a utilizar la violencia en beneficio de Trump.

Pero mientras los políticos en Estados Unidos y en todo el mundo condenaron el atentado contra el expresidente Trump, las batallas en las redes sociales continúan, con reproches y acusaciones. «Este no es un incidente aislado», posteó el senador republicano por Ohio J. D. Vance. «La premisa central de la campaña de Biden consiste en que Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener sin importar el costo».

La demócrata estadounidense Gabrielle Dee Gifford trató de romper la ola de violencia: «La violencia política es antiestadounidense y no debe aceptarse nunca, jamás», escribió en X. «Tengo en mi corazón al expresidente Trump, así como a todos los demás afectados por este acto de violencia política que no pudieron defenderse». La propia Giffords es una víctima de violencia política. La demócrata conservadora y exdiputada fue herida de gravedad por una bala en la cabeza en enero de 2011 durante un atentado y tuvo que retirarse de la actividad política por motivos de salud.

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