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Cientos de pescadores artesanales realizaron el miércoles una marcha de protesta por la presencia de barcos de China a los que acusan de depredar la costa norte de Perú y perjudicar su trabajo.
Con banderas de Perú y carteles donde se lee «fuera barcos chinos depredadores», los pescadores de los puertos de Paita y Sechura marcharon pacíficamente por las calles de la ciudad de Piura, a unos 990 km al norte de Lima. Denuncian que las grandes embarcaciones están realizando actividades pesqueras de manera ilegal que contribuyen a la depredación del mar.
«No queremos más barcos asiáticos. Estos barcos pescan la especie de pota (calamar gigante) muy pequeño y depredan nuestro mar», declaró el dirigente pesquero Carlos Bayona al Canal N de televisión. «Queremos que el Gobierno nos escuche. A esos barcos los dejan ingresar sin el rastreo satelital», agregó.
La Dirección General de Capitanías y Guardacostas de la Marina informó en un comunicado que 11 embarcaciones de bandera china se encuentran en las costas peruanas con su respectiva autorización y que han llegado para realizar el recambio de tripulación. Posteriormente, procederán a navegar más allá de las 200 millas náuticas (unos 370 kilómetros) del océano Pacífico de soberanía peruana para desarrollar sus actividades extractivas.
Ante esto, los grupos pescadores exigieron al Gobierno de Dina Boluarte un mayor control sobre estas embarcaciones.
«Esta incursión ilegal representa una grave amenaza para la sostenibilidad de los recursos marinos», dijo a la prensa el gobernador regional de Piura, Luis Neyra, tras recibir a los pescadores. La movilización fue organizada por la Asociación de Pescadores Artesanales, que agrupa a unas 4.000 pequeñas embarcaciones en Piura.
«Uno de cada cinco peces es pescado ilegalmente», recordó a DW Maximiliano Bello, asesor ejecutivo de Políticas Públicas del Océano de la organización Mission Blue. Un hecho que se vive en los países sudamericanos.
«En los meses entre junio y octubre, las aguas cercanas al Ecuador Continental y a las Islas Galápagos se caracterizan por ser extremadamente ricas en nutrientes, lo cual incrementa la disponibilidad de recursos pesqueros en esta región. Esto ha ocasionado que, en los últimos años, se incremente la presencia de una gran flota de pesquera internacional, mayoritariamente de bandera china, que realiza actividades en la zonas adyacentes a las aguas jurisdiccionales del Ecuador», dicen a DW fuentes de la cancillería de dicho país.
Se trata de un fenómeno que también afecta a otros países de la región. «Hay un patrón de desplazamiento: en el verano suelen estar en el medio del Pacífico por unas semanas, entre mayo, julio y agosto están por Galápagos y el resto del tiempo están principalmente frente al Perú, Chile y una parte de la flota voltea y va a Argentina», detalló a DW Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana Perú.
Por este motivo, los miembros de Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), Colombia, Chile, Ecuador y Perú, acordaron dos resoluciones que sirvieron de base para la declaración conjunta que subscribieron el pasado 3 de noviembre los ministros de Relaciones Exteriores sobre la pesca de ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) de embarcaciones extranjeras en las zonas adyacentes a las a las zonas marinas bajo la jurisdicción nacional de cada país.
Dicha Declaración recoge la voluntad de optimizar los mecanismos de cooperación e intercambio de información en tiempo real, «con la finalidad de evidenciar presuntas prácticas de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y promover la adopción de medidas rápidas y eficientes a nivel local y regional», apuntaron fuentes de la cancillería ecuatoriana.
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