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El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, respaldó oficialmente este domingo la elección del reformista Masud Pezeshkian como noveno presidente del país.
«Apruebo la elección del sabio, honesto, popular y erudito señor Pezeshkian, y lo nombro presidente de la República Islámica de Irán», dijo Jamenei en un mensaje leído por el responsable de su oficina.
Pezeshkian, de 69 años, fue elegido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 5 de julio y prestará juramento el martes ante el Parlamento para un mandato de cuatro años. Sucederá a Ebrahim Raisi, fallecido en un accidente de helicóptero en mayo.
Tan pronto como asumió el cargo, Pezeshkian nombró al reformista Mohammad Reza Aref como primer vicepresidente, indicó la televisión estatal. Varios altos funcionarios iraníes y diplomáticos extranjeros asistieron a la ceremonia de investidura el domingo, transmitida por la televisión estatal.
En la ceremonia, el ayatolá dijo que «la prioridad en política exterior» siguen siendo los países vecinos de Irán. «Otra prioridad se refiere a los países que nos han apoyado durante las presiones de los últimos años», agregó, en referencia a Rusia y China.
«Los países europeos no nos han tratado bien en los últimos años, (lanzando) acusaciones falsas como (violaciones de) los derechos humanos», aseguró Jamenei. «Si no nos tratan tan mal, los europeos también forman parte de nuestras prioridades», prometió.
El presidente electo de Irán, Masud Pezeshkian, se dijo listo para entablar «un diálogo constructivo» con los países europeos, en una tribuna publicada en un diario anglófono local y recogida por la prensa internacional. En su tribuna en el Tehran Times, el reformista Pezeshkian, electo a comienzos de mes, trazó las grandes líneas de su próxima política exterior.
«Estoy impaciente por entablar un diálogo constructivo con los países europeos, para poner nuestras relaciones en el buen camino», escribió. En la campaña electoral, Pezeshkian había prometido «sacar a Irán de su aislamiento», estableciendo «relaciones constructivas» con el mundo y en particular con Europa.
El presidente electo criticó en su tribuna la retirada unilateral en 2018 de Estados Unidos del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, concluido tres años antes. Dicho acuerdo, suscrito en su momento con Francia, Reino Unido y Alemania, así como con Rusia, China y Estados Unidos, apuntaba a restringir las actividades nucleares de Irán, a cambio de un alivio progresivo y condicionado de las sanciones económicas. Washington ha rechazado esta semana retomar cualquier diálogo con Irán al respecto.
Además, recordó el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en Bagdad, por Estados Unidos en 2020, y lo calificó como «terrorismo de Estado». «Estados Unidos debe reconocer la realidad, y entender de una vez por todas que Irán no responde ni responderá a las presiones», enfatizó Pezeshkian, quien de paso afeó a las potencias europeas el haber «renegado» de su compromiso de salvar el pacto nuclear y mitigar el efecto de las sanciones norteamericanas contra Irán.
«Estos compromisos implicaban garantizar transacciones bancarias efectivas, la protección efectiva de las empresas contra las sanciones estadounidenses y la promoción de inversiones en Irán», recordó Pezeshkian. Para quien los países europeos que incumplieron todos estos compromisos ahora esperen que «Irán cumpla unilateralmente todas sus obligaciones» con el pacto nuclear. Aun así, el presidente electo iraní, que será investido el próximo 30 de julio, aseguró que su política exterior se basará en los principios de «dignidad, sabiduría y prudencia».
«Acogeremos con agrado los esfuerzos sinceros para aliviar las tensiones y corresponderemos la buena fe con buena fe», manifestó. «Hay numerosas áreas de cooperación que Irán y Europa pueden explorar una vez que las potencias europeas acepten esta realidad y dejen de lado la supremacía moral de autoarrogancia junto con las crisis fabricadas que han plagado nuestras relaciones durante tanto tiempo», agregó.
Pezeshkian afirmó, no obstante, que la prioridad de su gobierno en la política exterior será fortalecer las relaciones con los países vecinos y llamó a los países de Oriente Medio a utilizar sus recursos para el «progreso y desarrollo de la región en beneficio de todos». Y valoró también la amistad «en tiempos difíciles» y el apoyo de Rusia, al que calificó como un «valioso aliado estratégico», y China, con el que busca una «asociación estratégica integral mutuamente beneficiosa».
Pezeshkian, de 69 años y vencedor del balotaje del 5 de julio contra el candidato ultraconservador Saeed Jalili, jurará su cargo el 30 de este mes, para un mandato de cuatro años. Sucederá a Ebrahim Raisi, fallecido en mayo en un accidente de helicóptero, en un cargo, el presidente de Irán, que no es el jefe de Estado. La máxima autoridad recae en el guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que ocupa el cargo desde hace 35 años y tiene la última palabra en las grandes cuestiones del país.
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