ARGENTINA

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Argentina registró un superávit comercial de 1.575 millones de dólares en julio, tras registrar 7.221 millones de dólares en exportaciones y 5.646 millones de dólares en importaciones, anunció el martes (20.08.2024) la oficina de estadísticas del gobierno. El dato contrasta con el saldo negativo de 700 millones de dólares del mismo mes el año pasado, cuando los envíos agropecuarios de Argentina se vieron muy golpeados por los efectos de una severa sequía.
El último superávit marca la octava cifra mensual positiva consecutiva, ligeramente por debajo de los 1.600 millones de dólares previstos en un sondeo de Reuters. El saldo positivo de julio supone, sin embargo, una bajada del 16,6 % con respecto al superávit logrado en junio pasado, un retroceso que se explica por una disminución estacional en la oferta exportable de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario y un aumento en las importaciones de energía en el invierno austral.
Según informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el volumen del intercambio comercial (exportaciones más importaciones) aumentó en julio apenas un 0,4 % interanual, a un total de 12.867 millones de dólares. En los primeros siete meses del año, Argentina acumuló un superávit comercial de 12.262 millones de dólares, dado que las exportaciones ascendieron a 45.397 millones y las importaciones, a 33.135 millones. El país registró el año pasado un déficit comercial de 6.925 millones de dólares.
El presidente Javier Milei, prometió al sector agropecuario eliminar impuestos sobre exportaciones y trabas cambiarias, pero pidió tiempo para estabilizar la economía antes.
«Esta administración siempre estará del lado del campo argentino», enfatizó Milei en la 136ª exposición anual que la Sociedad Rural Argentina (SRA) realiza en su predio en el barrio de Palermo, en Buenos Aires.
Durante su discurso, muy aplaudido por los productores en la tradicional feria, el mandatario argentino se comprometió a «resolver las grandes cargas que el campo soporta».
Milei remarcó su objetivo de acabar con las retenciones sobre las liquidaciones que los productores reciben por sus ventas al exterior, así como con el «cepo cambiario»: «Nadie tiene tantas ganas como nosotros de salir de este modelo desastroso donde el Estado, entre retenciones y cepo, le expropia al campo el 70% de lo que produce. Se va a terminar con eso de una vez», aseguró.
«Pero también debemos saber que quitar los parches sin antes solucionar el problema de fondo, sería agravar la crisis que heredamos. Por eso, no nos importa cuánta presión haya y de dónde venga, nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente, nosotros vamos a respetar el logro del equilibrio macroeconómico e iremos avanzando conforme eso sea logrado», agregó.
Milei llegó al poder el año pasado apoyado por los grandes productores agropecuarios. Pero a pesar de sus promesas de reducir impuestos al campo, en cuanto asumió subió las retenciones de 31% a 33% para exportaciones de harina y aceite de soja, dos productos de gran peso en la balanza comercial de Argentina.
Argentina, conocida como el granero del mundo, es el tercer productor mundial de soja, detrás de Estados Unidos y Brasil. Exporta el 70% de su producción agroindustrial, que representó en 2023 el 55% de las exportaciones argentinas, un volumen que significa importantes ingresos por impuestos para el Estado.
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