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El Gobierno de Australia aprobó este miércoles un plan para construir el «recinto de energía solar más grande del mundo» en el remoto norte de la isla, afirmó su ministra de Medioambiente, Tanya Plibersek.
La responsable explicó que la instalación generará suficiente energía para abastecer tres millones de hogares y eventualmente contará con un cable de conexión a Singapur para vender electricidad a esa ciudad-Estado.
«Será el mayor recinto de energía solar en el mundo y alzará a Australia como el líder mundial en energía verde», afirmó Plibersek.
El recinto proyectado de 12.000 hectáreas, conocido como SunCable, se encuentra en la soleada región de Territorio del Norte y está respaldado por el magnate australiano de la tecnología y activista ecologista Mike Cannon-Brookes.
La central tendrá una capacidad instalada de cuatro gigavatios por hora destinados al uso doméstico y otros dos para su venta a Singapur.
Australia es actualmente uno de los principales exportadores de gas y carbón y sus últimos gobiernos no habían mostrado un gran entusiasmo por la transición hacia fuentes de energía renovable.
Sin embargo, la conciencia ecológica ha crecido en este país que ha sufrido los efectos severos del cambio climático con olas de intenso calor, enormes incendios e inundaciones.
En 2022, las energías renovables generaron un 32% de la electricidad de Australia, lejos del 47% del carbón, según los últimos datos del gobierno.
La Policía de Australia anunció que había acusado de espionaje a una pareja casada, ambos con pasaportes rusos, por intentar enviar información delicada a Moscú.
La mujer de 40 años y su esposo de 62 fueron acusados de «preparar un delito de espionaje», afirmó el comisario de la Policía Federal, Reece Kershaw, en una rueda de prensa.
El cargo implica una pena máxima de 15 años de cárcel. El matrimonio fue detenido en su casa en Brisbane el jueves 11 de julio y este viernes deben comparecer ante un juez.
La mujer acusada era una soldado rasa del Ejército australiano y ha trabajado varios años como «técnica de sistemas de información», afirmó Kershaw.
Hizo un viaje «no declarado» a Rusia durante un permiso de larga duración en el Ejército, dijo el policía. Desde ese país, le explicó a su marido cómo acceder a su cuenta militar desde casa.
«Entendemos que su marido habría accedido al material solicitado y se lo habría enviado a su esposa en Rusia», señaló Kershaw.
«Creemos que buscaban esa información con la intención de suministrarla a las autoridades rusas», agregó. Saber «si esa información fue entregada es el foco de nuestra investigación», precisó.
El comisario señaló que la mujer obtuvo la ciudadanía australiana en 2016 y su esposo en 2020.
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