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El Gobierno ucraniano advirtió este domingo que según informaciones de los servicios de inteligencia, las Fuerzas Armadas de Bielorrusia están concentrando un número significativo de efectivos y armamento en la región de Gomel, cerca de la frontera norte ucraniana, con la excusa de la realización de maniobras militares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania detalló, por medio de un comunicado, que también se ha detectado la presencia de mercenarios del grupo ruso Wagner. Kiev advirtió además que las maniobras que supuestamente está realizando Bielorrusia cerca de la planta nuclear de Chernóbil ponen en riesgo la seguridad nacional de Ucrania y la seguridad global en general.
«Advertimos a los funcionarios bielorrusos que no cometan errores trágicos para su país bajo la presión de Moscú e instamos a las Fuerzas Armadas bielorrusas a evitar acciones hostiles y a retirarse de la frontera ucraniana a una distancia mayor que el alcance de sus sistemas de armamento», declaró el Ministerio, que advirtió que si se violan las fronteras nacionales, habrá respuesta.
Kiev tomará «todas las medidas necesarias para ejercer el derecho a la autodefensa garantizado por la carta de Naciones Unidas», enfatizó el comunicado. De producirse una violación fronteriza, las concentraciones de tropas, instalaciones militares y rutas de suministro dentro de Bielorrusia se convertirían en objetivos legítimos para las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Kiev aseguró que entre el personal desplegado hay miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Bielorrusia, así como tanques, sistemas de defensa aérea, artillería y otros equipos.
El pasado jueves, la guardia fronteriza de Ucrania había afirmado que la situación en la frontera con Bielorrusia permanecía estable y que no se habían detectado cambios. Hace una semana, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, anunció que un tercio del ejército de su país sería enviado a la frontera con Ucrania, de un millar de kilómetros de longitud, en respuesta al refuerzo de las tropas ucranianas desplegadas en el límite entre ambos países.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, dijo el domingo que Ucrania ha estacionado más de 120.000 soldados en su frontera con Bielorrusia y que Minsk ha desplegado en respuesta casi un tercio de sus fuerzas armadas a lo largo de toda la frontera, informó la agencia de noticias estatal Belta. Lukashenko señaló que planificó junto a su homólogo ruso, Vladímir Putin, con quien se reunió recientemente, la defensa del flanco occidental. «Estos planes existen desde hace varios años. De ser necesario, los convertiremos en ofensivos», aseveró.
«En la frontera occidental tenemos fortificaciones defensivas, desde Brest y Grodno y más arriba… Prácticamente toda las frontera con Lituania y Polonia está blindada en condiciones favorables para nosotros», dijo Lukashenko en una entrevista con la televisión pública rusa. La zona fronteriza, dijo, está minada «como nunca antes» y añadió que las tropas ucranianas sufrirían enormes pérdidas si intentaran cruzar.
Lukashenko no dijo exactamente cuántas tropas fueron desplegadas, pero el Ejército profesional de Bielorrusia tiene alrededor de 48.000 soldados y 12.000 tropas fronterizas estatales, según el Balance Militar 2022 del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Así que un tercio del total sería en torno a 20.000 soldados.
«Vemos de dónde puede llegar el ataque más potente contra nuestra unión y nuestra agrupación militar conjunta. No nos relajamos en la zona occidental. Es más, reforzamos nuestro Ejército con el armamento ruso más potente, tanto convencional como nuclear», añadió. Kiev no respondió de inmediato a los comentarios, pero el sábado dijo que no había visto señales de una acumulación de tropas bielorrusas en la frontera.
El ministro de Defensa bielorruso, Viktor Khrenin, dijo el viernes que había una alta probabilidad de una provocación armada por parte de la vecina Ucrania y que la situación en su frontera compartida «sigue siendo tensa».
Respecto a la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk, señaló que allí «no hubo soldados no profesionales. Fueron escogidos de toda la línea del frente, con experiencia de combate». Además, denunció la presencia de «mercenarios polacos» en esta operación de Kiev que entra hoy en su décimotercera jornada.
Sin embargo, vaticinó que «naturalmente, los militares rusos y Putin (…) arrasarán con los militares ucranianos» en Kursk. «El peligro radica en que esta escalada por parte de Ucrania es un intento de empujar a Rusia a respuestas asimétricas. Como por ejemplo, el uso de armas nucleares. Sé con seguridad que en Ucrania estarán muy a gusto si Rusia utilizase allí armas nucleares tácticas. Sería la felicidad», aventuró.
Pero advirtió que si eso sucede, a Ucrania con toda seguridad «no le quedarían aliados. Ni siquiera países simpatizantes». Por ello, volvió a defender la necesidad de retomar las negociaciones entre Moscú y Ucrania desde el punto de los acuerdos alcanzados en Estambul en abril del 202. «Abramos ese cuaderno que rubricaron los negociadores. Putin me lo reenvió enseguida. Sí, la situación en el terreno ha cambiado, pero se puede partir de esto. Comenzar a debatir», anotó Lukashenko.
Por ello insistió en el diálogo, porque «si las cosas se hacen como en Kursk, se tratará de otra escalada que terminará con la aniquilación de Ucrania». «Jamás nadie derrotó al Imperio (ruso) y nadie vencerá a Rusia. ¿Acaso la OTAN lo logrará?», añadió.
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