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La vicepresidenta demócrata ─en plena campaña electoral─ Kamala Harris, tras visitar la frontera entre Estados Unidos y México, pidió restricciones más estrictas al asilo y prometió hacer de la detención del fentanilo en Estados Unidos una «máxima prioridad».

Harris describió sus planes para arreglar «nuestro sistema de inmigración roto» en Douglas, Arizona, una ciudad fronteriza de menos de 17.000 habitantes, al tiempo que acusó a su rival republicano Donald Trump de «avivar las llamas del miedo y la división» sobre el impacto de los inmigrantes en la vida estadounidense.

Unos 7 millones de inmigrantes han sido arrestados al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México ilegalmente durante la administración del presidente Joe Biden, según datos del gobierno, una cifra récord que ha alimentado las críticas a Biden y Harris por parte de Trump y sus compañeros republicanos.

La inmigración es un tema de máxima importancia para los votantes. Arizona es un estado electoral muy disputado, con una gran población de votantes latinos buscados por ambos partidos. La porosa frontera sur del país sigue siendo una fuente de fentanilo, una de las principales causas de sobredosis de drogas en Estados Unidos.

Harris pidió medidas más punitivas para las personas que cruzan la frontera ilegalmente, tras la prohibición de asilo para quienes ingresan ilegalmente, una medida que Biden tomó este año y que ha reducido drásticamente los cruces ilegales.
«Tomaré más medidas para mantener la frontera cerrada entre los puertos de entrada. Aquellos que crucen nuestras fronteras ilegalmente serán detenidos y expulsados ​​y se les prohibirá volver a ingresar durante cinco años», dijo Harris.

Harris enfatizó su objetivo de un programa de inmigración «humano», diciendo que trabajaría con el Congreso para crear un camino hacia la ciudadanía para los «Dreamers», cientos de miles de personas traídas ilegalmente a los EE. UU. cuando eran niños. Fueron una prioridad para los demócratas durante una década, pero quedaron fuera de un proyecto de ley de inmigración fallido que Biden había respaldado.

Ayer viernes, Trump culpó a Harris por la creciente tendencia de la inmigración irregular.

«La arquitecta de esta destrucción es Kamala Harris», dijo Trump. «Ella sigue hablando de cómo supuestamente quiere arreglar la frontera. Nosotros simplemente preguntamos: ¿Por qué no lo hizo hace cuatro años? Es una pregunta muy simple».

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