ARGENTINA

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«Evo Morales, su vicepresidente, su excanciller, la exministra Montaño y el exembajador de Bolivia ante la OEA llegaron esta mañana. Les otorgamos asilo político para que ingresen al país, y luego pidieron ser refugiados», señaló Solá en ese momento.

La crisis en Bolivia, que condujo a la renuncia de Morales, fue desencadenada por las acusaciones de irregularidades en las elecciones de octubre de 2019. Morales había sido declarado vencedor en primera vuelta, pero las denuncias de fraude y las tensiones políticas llevaron a su renuncia el 10 de noviembre de 2019. Poco después, asumió la presidencia interina Jeanine Áñez, en un contexto de gran inestabilidad.

La reciente decisión del gobierno argentino de revocar el estatus de refugiado de Morales ha generado especulaciones sobre las posibles consecuencias legales que esto podría acarrear para el exmandatario boliviano.

Si bien aún no se ha aclarado si esta medida pone fin a la asistencia que se le brindaba en Argentina, algunos analistas señalan que podría abrir la puerta a un eventual pedido de extradición por parte de Bolivia, donde Morales enfrenta acusaciones por diversos delitos.

«Además de una posible extradición, lo que se le brindaba a Morales era una protección dentro de nuestro territorio», comentó un analista sobre la situación actual.

El estatus de refugiado político que Evo Morales mantenía en Argentina le otorgaba ciertas garantías de seguridad, similares a las que se ofrecen en una sede diplomática. Sin embargo, con la revocación de este estatus, surgen interrogantes sobre el futuro del expresidente en el país y si enfrentará nuevas acciones legales por parte del gobierno boliviano, actualmente encabezado por Luis Arce, quien fue ministro de Economía durante los mandatos de Morales.

La decisión de quitarle la condición de refugiado se produce en un contexto de cambios políticos tanto en Argentina como en Bolivia. Si bien Evo Morales sigue siendo una figura clave dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que actualmente gobierna Bolivia, la relación entre Morales y el gobierno de Luis Arce ha mostrado ciertos matices de distanciamiento en los últimos meses.

A pesar de la incertidumbre que rodea su situación, Morales ha mantenido una presencia activa en la política de la región, participando en actos y apoyando públicamente a candidatos de izquierda en otros países.

La revocación de su estatus de refugiado en Argentina marca un nuevo capítulo en su vida fuera del poder, dejando abierta la posibilidad de nuevas tensiones diplomáticas entre Buenos Aires y La Paz.

La evolución de los acontecimientos definirá si Evo Morales seguirá residiendo en Argentina o si esta decisión precipitará su salida del país. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a cualquier novedad que surja de este caso que, una vez más, pone a Morales en el centro del escenario político latinoamericano.

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