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El gobierno de China anunció el sábado (12.10.2024) que el país tiene 2,3 billones de yuanes (unos 325.000 millones de dólares) disponibles en bonos especiales para usar durante los próximos tres meses, en un intento por impulsar la economía en crisis.
«En los próximos tres meses, se puede disponer de un total de 2,3 billones de yuanes en fondos de bonos especiales», dijo el ministro de Finanzas, Lan Fo’an, en una conferencia de prensa en Pekín.
El muy esperado estímulo se sumó a una serie de medidas anunciadas durante las últimas semanas, como el recorte de las tasas de interés, y pretende robustecer a los bancos, apuntalar el mercado inmobiliario y liberar el gasto de consumo.
Se trata del mayor programa de ayuda de Pekín desde la crisis financiera mundial. Pese a la escala del paquete, el ministro Lan dijo que China podía llegar más lejos.
Pekín planea «emitir bonos gubernamentales especiales» para «mejorar la resistencia al riesgo y las capacidades de préstamo» de los bancos comerciales estatales «para servir mejor al desarrollo de la economía real», explicó Lan.
El techo de la deuda de los gobiernos locales también se reducirá para que inviertan en más infraestructura y contribuyan a proteger los empleos.
Pekín ha dicho que aspira a crecer el 5% por ciento este año, un número que cualquier país occidental quisiera, pero que está muy lejos de la expansión de dos dígitos que durante años sostuvo la economía china.
Los gobiernos de Colombia y China han formado un grupo de trabajo para negociar la adhesión del país latinoamericano a la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda del gigante asiático, que se producirá «en un tiempo prudencial», avanzó este jueves (10.10.2024) el ministro de Relaciones Exteriores colombiano, Luis Gilberto Murillo.
«Seleccionamos las instituciones y agencias del lado colombiano que van a trabajar con las del lado de la República Popular China en la conformación de un grupo de trabajo conjunto que llegue a consensos para que en un tiempo prudencial podamos tener la posibilidad de avanzar hacia la adhesión de Colombia a la iniciativa de la Franja y la Ruta», dijo el canciller en una rueda de prensa en Pekín.
Murillo, quien llegó ayer, miércoles, a Pekín para una visita de cuatro días, confirmó así lo ya avanzado días antes por su viceministro de Exteriores, Jorge Rojas, respecto al deseo de Colombia de sumarse al proyecto estrella de China para aumentar su influencia geopolítica en el exterior.
Con el proyecto, que ha generado tanto entusiasmo por las oportunidades de desarrollo que ofrece como escepticismo por los riesgos de endeudamiento excesivo y la dependencia de Pekín que conlleva, China pretende generar una red comercial internacional y extender su influencia a nivel global a través de la construcción de infraestructuras.
El jefe de la diplomacia colombiana precisó que su país no busca ayuda sino «colaborar», defendió la independencia de la política exterior en Bogotá y sostuvo que el desarrollo de Colombia y Latinoamérica interesa a todos, incluyendo a Estados Unidos.
«Necesitamos muchos recursos, que nuestros aliados puedan apoyarnos, tanto el norte desarrollado como países como la República Popular China, que también tiene una enorme capacidad de movilización de recursos para inversión en sectores que necesitan nuestros países y que necesita América Latina», consideró.
Más de una veintena de naciones se han unido al proyecto en Latinoamérica, pero no hasta ahora Colombia, que sin embargo sí ha adjudicado a empresas chinas importantes proyectos de infraestructura en transporte y minería.
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