Donald Trump cocinero en McDonald’s

INTERNACIONAL

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Expresidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump / Foto: Donald J. Trump for President 2024, Inc.

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El expresidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se presentó este domingo (20.10.2024) en un McDonald’s en Pensilvania interpretando el papel de un empleado, para denunciar lo que calificó como una mentira de Kamala Harris, su rival en las elecciones.

Trump protegió su camisa blanca y su corbata con un delantal. Luego de que le explicaran cómo se preparan las papas fritas, las frió y las colocó en bolsitas.

Conocido por su afición a las hamburguesas y la comida rápida, el septuagenario político se dirigió entonces al mostrador. «Regalo de Trump», le dijo a una familia que esperaba ser atendida en el restaurante.

«Con esto ya trabajé 15 minutos más que Kamala», comentó después a través de la ventanilla del autoservicio. «Ella nunca trabajó en McDonald’s, McDonald’s acaba de confirmarlo de nuevo por cierto», había expresado luego de preparar las papitas fritas.

Harris ha afirmado que cuando era estudiante en el verano de 1983 trabajó en un McDonald’s, alternando entre la caja, la freidora y la máquina de helados en un restaurante de Alameda, cerca de Oakland, California.

Trump sostiene que se trata de una mentira de la candidata demócrata, aunque sin aportar pruebas. El equipo campaña de la vicepresidenta tampoco ha probado la veracidad de la versión de Harris.

El trabajo ocasional en un restaurante de comida rápida es de hecho una realidad con la que millones de personas en Estados Unidos pueden identificarse.

Donald Trump parece tener algunas ideas claras sobre la economía estadounidense, en caso de ganar las próximas elecciones de noviembre. Las palabras pronunciadas al respecto por el candidato republicano han suscitado temor a guerras comerciales y a un caos geopolítico. En cambio, hay quien está entusiasmado con sus políticas basadas en el «America First», que traerían de vuelta el empleo a Estados Unidos.

La primera etapa de Donald Trump en la Casa Blanca obtuvo resultados desiguales en lo que respecta a la economía. Sin embargo, muchos votantes aseguran confiar más en su gestión financiera que en la de los demócratas.

El actual presidente, Joe Biden, no ha sabido vender sus ideas a los estadounidenses. Los resultados de una encuesta realizada a mediados de julio por The Economist y YouGov, arrojan que el 51 por ciento de los ciudadanos desaprueba la forma en que Biden gestiona empleo y economía. Al 58 por ciento no le gusta cómo está manejando la inflación y los precios, y el 54 por ciento de los encuestados opina que la economía está empeorando en general.

Actualmente, la inflación y la subida de los precios suponen un grave problema para la gente corriente. En esa misma encuesta, el 25 por ciento de los encuestados declara que la inflación y los precios son los temas más importantes del momento, muy por encima de la inmigración, el empleo y la economía.

Durante el discurso de 90 minutos para aceptar su nominación, que Trump dio el pasado 18 de julio en la Convención Nacional Republicana, el candidato compartió su visión del país: «Restauraremos la república y daremos paso al rico y maravilloso mañana que la gente tanto se merece», anunció. «El futuro de Estados Unidos será más grande, mejor, más audaz, más brillante, más feliz, más fuerte, más libre, más grande y más unido que nunca».

En general, la mayoría de las ideas económicas de Trump no difieren mucho de las de su primer mandato. El candidato republicano está obligado a mantener el discurso duro, los aranceles y los recortes fiscales. Con la diferencia de que ahora tiene mayor experiencia y determinación.

«Trump se encontró con muchos obstáculos en su primer mandato, bloqueos que está decidido a eliminar de inmediato», destaca Dan Mallinson, profesor asociado de Política Pública y Administración en la Universidad estatal de Pensilvania, en Harrisburg. La elección de J. D. Vance como compañero de fórmula es otro claro mensaje a las empresas. Vance, que en su día trabajó en el sector del capital riesgo, es crítico con la inmigración y las grandes corporaciones. Ha pedido la disolución de los gigantes tecnológicos y quiere centrarse en la fabricación y la industria nacionales.

Para Trump, la forma de impulsar la industria manufacturera estadounidense es imponer aranceles. Entre otros, ha sugerido un arancel general del 10 por ciento sobre todas las importaciones a EE. UU. y un arancel extraordinariamente agresivo del 60 por ciento sobre toda la mercancía procedente de China.

En respuesta, otros países seguramente impondrían aranceles para contrarrestarlos, lo que podría desembocar de nuevo en una situación similar a una guerra comercial.

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