INTERNACIONAL

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El Gobierno de Austria atribuyó al grupo chií libanés Hezbolá el ataque con cohetes en el que resultaron heridos levemente ocho soldados de ese país, que participan en la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano (FINUL).
«Condenamos de la forma más rotunda en grave incidente de hoy, presumiblemente causado por Hezbolá o por grupos aliados, y reclamamos una rápida investigación», declaró el canciller federal (primer ministro), Karl Nehammer, acerca de ese ataque al cuartel general de FINUL en Naqura.
Nehammer afirmó que la labor de las tropas de la ONU es decisiva para mantener la estabilidad en regiones en crisis y afirmó que Austria, un país que no es miembro de la OTAN, participa activamente en esas misiones de paz.
«La seguridad de los cascos azules debe quedar garantizada en todo momento», exigió.
También el ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, condenó las acciones de Hezbolá y reclamó un inmediato cese del lanzamiento de cohetes por parte de ese grupo contra Israel.
Los ataques israelíes del lunes contra distintas localidades del Líbano causaron al menos 82 muertos y 180 heridos, con lo que se eleva a 2.792 el número de muertos desde el estallido del conflicto armado entre Israel y Hezbolá, informó este martes el Ministerio de Salud Pública libanés.
Schallenberg telefoneó a su homólogo libanés, Bou Habib, en relación al ataque en el que quedaron heridos los soldados austríacos de FINUL, según un comunicado de Exteriores de Austria.
«El hecho de que los soldados de la FINUL vuelvan a ser víctimas de ataques es absolutamente inaceptable y constituye una violación del derecho internacional», denunció el Ministerio de Exteriores de Austria en esa nota.
La FINUL también responsabilizó a «Hezbolá o a algún grupo afín» del ataque contra su cuartel general de Naqura.
El Gobierno de Austria descartó una retirada de los soldados austríacos del contingente de la FINUL.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea mantuvieron un «debate estratégico» sobre la política migratoria. Así consta en la declaración final de la cumbre de Bruselas, publicada el jueves (17.10.2024) por la noche. El debate sobre el endurecimiento de las políticas de asilo y deportación duró muchas horas, pero no se decidió nada concreto. «El Consejo Europeo retomará el tema» es la última frase de la declaración sobre migración. Sin embargo, en realidad, el tema debería tratarse con urgencia, dijo el canciller austríaco, Karl Nehammer.
Diecisiete de los veintisiete gobiernos de la UE ya habían pedido en mayo un endurecimiento de la política migratoria. Tras las elecciones europeas y los comicios en algunos países del bloque en los que triunfaron partidos desde la derecha populista hasta derecha radical, la reputación de la democracia está en juego, advirtió Nehammer. En materia de política migratoria, la UE debe «demostrar que el poder regulador de la democracia funciona». Muchas personas en la UE opinan que hay demasiados inmigrantes residiendo en la UE sin derecho a asilo o estatus de refugiado. En Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de ultraderecha, se convirtió en la mayor fuerza política tras las elecciones parlamentarias. El canciller Nehammer es democristiano e intenta formar una coalición de gobierno contra el FPÖ.
La mayoría de los gobiernos de la UE están de acuerdo en que el número de llegadas de potenciales solicitantes de asilo a la UE debe seguir disminuyendo, y también en que más personas que tienen que abandonar el país deben ser devueltas a los países de tránsito y de origen. El canciller alemán, Olaf Scholz (SPD), está de acuerdo con estos objetivos y elogia el aumento de los controles en las fronteras alemanas, que son todas fronteras interiores de la UE, como una fórmula exitosa. El primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, critica esos controles fronterizos porque, en realidad, deberían ser excepciones absolutas. Sin embargo, Frieden entiende la medida alemana en la medida en que las fronteras exteriores de la UE no están debidamente protegidas, y por eso son posibles demasiadas entradas no autorizadas.
Según la agencia europea de protección de fronteras Frontex, las entradas no autorizadas en la UE han descendido este año en torno a un 42%, hasta las 144.000, en comparación con el año anterior. Se trata de un éxito de la política migratoria. Pero eso no es suficiente, afirma el canciller Scholz. «Debemos ofrecer protección a quienes la necesitan. Pero no todo el mundo puede venir. Tenemos que elegir quién puede venir de acuerdo con nuestras normas», exlicó Scholz, resumiendo su planteo.
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