INTERNACIONAL

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El expresidente del Banco Central Europeo y exprimer ministro de Italia, Mario Draghi, acaba de hacer una importante aparición en Budapest, capital que ostenta estos meses la presidencia de la Unión Europea.
Por segunda vez, explicó a los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea de qué manera puede recuperar Europa su competitividad económica frente a Estados Unidos y China.
A principios de septiembre, Mario Draghi ya presentó un informe de 400 páginas con recomendaciones al respecto. Ahora, ha vuelto a insistir en la cumbre informal de la presidencia húngara del Consejo Europeo.
Si hay una cosa que Mario Draghi deja clara es que se trata de una cuestión urgente, de decisiones que deben tomarse ahora, no en el futuro. La reelección de Donald Trump, partidario de los aranceles punitivos, «solo ha hecho que las decisiones sean más acuciantes de lo que eran hace una semana», dijo Draghi.
¿Qué sugiere el informe de Draghi?
Como Draghi era presidente del Banco Central Europeo, salvó de la quiebra a la moneda común, el euro, y a varios países de la UE que se encontraban en apuros durante la grave crisis financiera que hubo hace doce años.
¿Qué recomendaciones hizo Draghi el viernes (8.11.2024) en Budapest?
Europa debe invertir hasta 800.000 millones de euros cada año en investigación, desarrollo, infraestructuras y defensa para seguir el ritmo de sus competidores, Estados Unidos y China. El porcentaje de inversión debe aumentar del 22 hasta el 27 por ciento del Producto Interno Bruto.
Para financiar la inversión pública, la UE debe contraer deuda conjunta, con el objetivo de llevar a cabo proyectos comunes. Hay que completar el mercado único de la UE. Urge una unión de los mercados de capitales, es decir, una circulación de capitales y créditos sin fronteras, como en Estados Unidos, para movilizar más fondos privados.
La UE debe resolver su «problema con China». La economía europea depende demasiado de las cadenas de suministro de China y de aquel país como mercado para sus ventas.
Hay que hacer algo para contrarrestar la competencia de China que, en parte, es desleal y está subvencionada por el Estado. La industria debe depender menos de las materias primas y las piezas de proveedores chinos.
Hay que conservar y establecer en Europa importantes ramas de la industria y empresas prometedoras de nuevas tecnologías. Las condiciones para las empresas deben mejorar. Demasiadas empresas emergentes establecerían su producción fuera de Europa.
Es probable que la presión aumente, ya que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha fijado como objetivo aranceles punitivos sobre los productos europeos y la deslocalización de la producción a Estados Unidos. Se necesita una estrategia industrial normalizada de la UE para fortalecer a las empresas nacionales y resolver las cuestiones fiscales, de localización y comerciales.
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