INTERNACIONAL

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Marco Rubio es una «voz muy poderosa para la libertad» y «un guerrero intrépido que nunca retrocederá ante nuestros adversarios», dijo hoy (13.11.2024) el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en un comunicado sobre Rubio, quien se convertirá en el primer latino en ocupar el cargo de Secretario de Estado.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, es considerado un halcón partidario de aplicar mano dura con China e Irán, apoya a Israel y quiere acabar con la guerra en Ucrania.
En cuanto a América Latina critica duramente al gobierno castrista de Cuba, al mandatario venezolano Nicolás Maduro y al nicaragüense Daniel Ortega. En un comunicado, Rubio dijo que trabajará con Trump «todos los días para llevar a cabo su agenda de política exterior».
«Bajo el liderazgo del presidente Trump, traeremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de Estados Unidos por encima de todo», añadió.
Cuando los medios de comunicación difundieron que Trump preveía nominar a Rubio como secretario de Estado el presidente electo recibió llamadas de congresistas republicanos para que reconsidera su decisión porque lo tildan de belicista.
También lo piensa Tulsi Gabbard, una antigua demócrata recién nominada jefa de inteligencia. En el pasado Trump y Rubio fueron rivales en las primarias republicanas de 2016.
Por aquel entonces la relación entre ambos era execrable. El senador dijo de Trump que tenía las «manos pequeñas» y le llamó «estafador». El magnate también se burlaba de él, con el apodo de «pequeño Marco».
La relación fue mejorando durante el mandato presidencial de Trump, con quien trabajó sobre temas de América Latina. Rubio, muy conocido entre los hispanos, tuvo un papel destacado en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre movilizando al electorado latino.
Donald Trump siguió este martes (12.11.2024) repartiendo cargos apostando por aliados y perfiles de línea dura para los puestos más importantes de su futuro gobierno antes de regresar el miércoles a la Casa Blanca para reunirse con Joe Biden.
El republicano, que vuelve a la presidencia tras su victoria electoral del 5 de noviembre, avanza a paso firme para nombrar a sus colaboradores en puestos clave.
Después de haber designado a tres de sus lugartenientes en la ONU, Medio Ambiente e Inmigración, el presidente electo anunció el nombramiento del congresista republicano Mike Waltz, exoficial de las fuerzas especiales, como asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca.
El republicano, que prometió poner fin a las guerras en Ucrania y en Oriente Medio, sin nunca explicar cómo, lo describió como «un experto en las amenazas que plantean China, Rusia, Irán y el terrorismo global».
En 2023, Waltz copresentó un proyecto de ley que pedía autorizar el uso del Ejército contra los cárteles de droga mexicanos, a los que acusa del tráfico de fentanilo, un opiáceo sintético que causa estragos en Estados Unidos.
Según la prensa estadounidense, Trump optará por el influyente senador latino Marco Rubio para el cargo de jefe de la diplomacia.
De confirmarse su próximo nombramiento, podría dar escalofríos a Kiev. Rubio estimó a principios de noviembre que hay que «poner fin» a la guerra en Ucrania, porque se halla en un «punto muerto».
En un comunicado Trump ha anunciado su elección para embajador en Israel, gran aliado de Estados Unidos. Ha optado por el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee porque «ama a Israel y al pueblo de Israel, y del mismo modo, el pueblo de Israel lo ama a él».
Trump nombró a la gobernadora Kristi Noem, una leal escudera, para dirigir el departamento de Seguridad Interior.
Este puesto es clave porque se encarga de identificar y desarticular las amenazas a la seguridad, de la protección de las aduanas y las fronteras, de la gestión de la migración y de la respuesta a los desastres naturales. Actualmente lo desempeña Alejandro Mayorkas.
La gobernadora de Dakota del Sur fue considerada durante tiempo como una posible candidata a vicepresidenta, pero sus posibilidades se desplomaron cuando afirmó haber matado de un disparo a su perra porque era «indomable».
La noticia provocó una avalancha de reacciones en las redes sociales y en las tertulias televisivas en un país donde muchos ciudadanos adoran a sus mascotas.
El dueño de Tesla y SpaceX, Elon Musk, fue designado por Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental junto al empresario Vivek Ramaswamy.
«Juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca drásticamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructuren las agencias federales», afirmó Trump en un comunicado.
El presidente electo nominó secretario de Defensa a Pete Hegseth, exmayor del ejército estadounidense y actual presentador de Fox News, la cadena favorita de los conservadores en Estados Unidos.
Además, John Ratcliffe, quien fue director de Inteligencia Nacional en su primer mandato, dirigiría la CIA.
Trump estará en Washington el miércoles para reunirse con Biden ─su sucesor y futuro predecesor─, quien prometió un traspaso «pacífico y ordenado» del poder tras la derrota electoral de la vicepresidenta Kamala Harris.
El magnate de 78 años, que prestará juramento el 20 de enero, también se reunirá con congresistas republicanos.
El 47º presidente de Estados Unidos gozará, según toda probabilidad, de plenos poderes en Washington puesto que su partido ha ganado la mayoría en el Senado y debería conservar el control de la Cámara de Representantes, según un recuento electoral aún en curso.
«Es una mañana magnífica en Washington, es un nuevo día para Estados Unidos», aplaudió el republicano Mike Johnson, quien debería, salvo gran sorpresa, continuar presidiendo la Cámara baja del Congreso.
El liderazgo en el Senado será objeto de una elección a puerta cerrada entre republicanos.
Musk, que desempeñó un papel inédito en la campaña de Trump, apuesta por el senador de Florida Rick Scott.
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