INTERNACIONAL

Lectura: 4 minutos
El miércoles, el senador republicano de Florida, Marco Rubio, pasó con facilidad su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, lo que casi asegura que asumirá el cargo de secretario de Estado en la nueva administración de Donald Trump.
A lo largo de la audiencia, Rubio recibió elogios tanto de senadores demócratas como republicanos por su trabajo en el Senado y su profundo conocimiento sobre temas globales complejos.
Sin embargo, la audiencia no estuvo exenta de momentos de tensión. Activistas de la organización izquierdista Code Pink, interrumpieron la apertura de Rubio, protestando contra la guerra entre Israel y Hamas con camisetas que decían «stop killing the children of Gaza».
Después de que los manifestantes fueran retirados de la sala, Rubio hizo un comentario sobre los protestantes bilingües, lo que relajó el ambiente y provocó risas en la sala.
A pesar de las interrupciones, la audiencia se caracterizó por una atmósfera en la que predominaron momentos de camaradería. El senador Rick Scott, compañero de Rubio en Florida, hizo una broma al referirse a su ascenso a ser el «senador senior» del estado.
Además el senador demócrata de Nueva Jersey, Cory Booker, elogió a Rubio como un líder en política exterior, aunque bromeó sobre su conocimiento de fútbol, a lo que Rubio respondió con humor.
Uno de los momentos más llamativos ocurrió cuando la senadora Tammy Duckworth, demócrata de Illinois, recordó un acto de apoyo de Rubio en 2018, cuando él se solidarizó con su lucha para permitir que las nuevas madres llevaran a sus bebés al Senado. Rubio respondió con otra broma, lo que contribuyó a la atmósfera relajada.
En cuanto a cuestiones de política exterior, Rubio fue interrogado sobre temas de seguridad internacional, incluyendo la guerra en Ucrania, las relaciones con China, la OTAN y la seguridad en el Ártico.
Rubio reafirmó su postura firme contra China y su compromiso con la OTAN, pero fue más cauteloso en sus respuestas sobre el futuro apoyo a Ucrania. Afirmó que las concesiones serían necesarias en el conflicto, señalando que no será fácil lograr una paz duradera.
En cuanto a China, Rubio fue claro sobre las preocupaciones de su creciente influencia, mencionando en particular su control sobre puertos en ambos extremos del canal de Panamá.
Aunque no ofreció una respuesta definitiva sobre posibles intervenciones militares de Estados Unidos en la zona, dejó en claro que este era un tema importante que debía ser abordado.
El senador Tim Kaine, demócrata de Virginia, destacó que Rubio se preparó exhaustivamente para la audiencia, lo que se reflejó en sus respuestas informadas y sin necesidad de consultar documentos.
Esto, según Kaine, fue un hecho notable que dejó una buena imagen en el Senado. En general, se espera que Rubio sea confirmado de manera unánime como el nuevo secretario de Estado.
A su vez, el senador de Florida presentó su visión sobre los cambios que implementará en la política hacia las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Criticó las recientes concesiones de la administración de Joe Biden, especialmente la relajación del embargo a Cuba y la autorización a petroleras para explotar el crudo venezolano, medidas que, según Rubio, han fortalecido a los regímenes autoritarios en la región, como el de Nicolás Maduro en Venezuela.
Afirmó que estas políticas han permitido que el régimen sobreviva, al proveerle recursos, y que el gobierno venezolano está controlado por narcotraficantes en lugar de un Estado legítimo.
Rubio también condenó la decisión de la administración Biden de sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, considerando este un error. En cuanto a las relaciones de Cuba con grupos terroristas, señaló que el régimen ha apoyado a organizaciones como las FARC y el ELN en Colombia.
El senador, de origen cubano, advirtió que revertir estas políticas será una de sus prioridades como secretario de Estado.
El senador también criticó la decisión de Biden de bloquear las denuncias contra empresas internacionales que hacen negocios con el régimen cubano, especialmente en el sector turístico, tras la activación por parte de Trump de una cláusula de la ley del embargo que permitió acciones legales contra empresas como Meliá.
Otro artículo de interés: Europa rechaza pedido de Trump para OTAN
