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Irán presentó este domingo (02.02.2025) un nuevo misil balístico que, según dijo, tiene un radio de alcance de 1.700 kilómetros, en una ceremonia en Teherán a la que asistió el presidente Masud Pezeshkian. La televisión estatal transmitió imágenes del misil, llamado Etemad («confianza», en persa), «el misil balístico más reciente» construido por el Ministerio de Defensa iraní. El misil tiene 16 metros de largo y 1,25 metros de diámetro y «puede llevar una ojiva guiada hasta alcanzar el objetivo», según informó la agencia Tasnim.
«El avance de Irán en las capacidades de defensa y las tecnologías espaciales sirve para disuadir la agresión y garantizar que ningún país se atreva a invadir el suelo iraní o siquiera piense en ello», afirmó el presidente iraní. Además, por primera vez se mostraron imágenes de la nueva generación del sistema de defensa aérea Bavar 373, equipado con un radar de seguimiento que opera de forma independiente, a diferencia de su versión inicial que dependía de un radar central para interceptar y destruir objetivos.
En los últimos días, las Fuerzas Armadas iraníes han estado presentando sus logros en la fabricación de armas, especialmente misiles y drones. La Fuerza Naval de la Guardia Revolucionaria iraní desveló el sábado una nueva base subterránea de misiles de crucero, «diseñados para atacar a destructores enemigos» en aguas estratégicas del sur del país. Durante la presentación del sitio, se probó el misil de crucero «Qadr 380», con un alcance superior a los 1.000 kilómetros, «capaz de realizar operaciones con una sola persona en menos de 5 minutos». El lunes, también fue presentado el dron ultra pesado «Gaza», con una envergadura de 22 metros y con la capacidad de portar 13 bombas y de un radio operativo de 4.000 kilómetros.
Los países occidentales están cada vez más preocupados por los avances en el programa de misiles balísticos de Irán, acusándolo de desestabilizar Oriente Medio. Los misiles de Irán, incluido este nuevo diseño, son capaces de alcanzar a su gran enemigo, Israel, al que atacó dos veces el año pasado cuando se extendió la guerra de Gaza. La presentación de logros en el campo de Defensa es habitual en Irán en fechas previas al Aniversario de la Revolución Islámica de 1979, que se celebra el 10 de febrero.
Por primera vez desde que los talibanes tomaron el poder, en agosto de 2021, un ministro de Exteriores iraní ha viajado a Afganistán.
Según la información oficial, el objetivo de la visita de un día del actual titular, Abbas Araghchi, fue mantener conversaciones diplomáticas sobre las tensiones existentes a lo largo de los aproximadamente 950 kilómetros de frontera compartida, así como sobre la situación de los refugiados afganos en Irán y el uso de los recursos hídricos del río Helmand.
Aunque Irán aún no ha reconocido oficialmente a los talibanes, mantiene relaciones diplomáticas con su Gobierno. La embajada iraní en Kabul está abierta y la afgana en Teherán ha sido entregada a los talibanes.
Desde 2023, el Gobierno iraní busca cada vez más la cooperación con los talibanes, sobre todo en vista del aumento de la migración procedente de Afganistán. En la actualidad, Irán está deportando hasta 3.000 refugiados cada día.
«Los afganos son detenidos arbitrariamente, a veces golpeados y luego deportados», denuncia Marzia Rahimi, en entrevista con DW. Rahimi huyó de Afganistán con su familia hace dos años.
«Soy periodista y ejercí esta profesión durante diez años. Tras el regreso de los talibanes, me quedé sin trabajo. Mi vida dio un vuelco de repente. Temía por mí y por mi familia. Se prohibieron las escuelas secundarias para niñas a partir del sexto curso. Por eso, huí a Irán con mi marido y mis cinco hijos, porque quería salvarlos. Pero aquí tampoco pueden ir a la escuela».
Marzia carece actualmente de documentos. No se ha registrado como refugiada por miedo a que la deporten. Para pedir asilo, tendría que acudir al Servicio de Inmigración y Naturalización. «A cualquiera que intente hacer una solicitud allí, lo tratan muy mal y con superioridad, incluso lo insultan. Y, al final, casi no hay posibilidades de que te acepten».
No está claro cuántos ciudadanos afganos viven actualmente en Irán. Los afganos llevan 40 años huyendo a Irán, de la guerra civil, de la pobreza y ahora de los talibanes.
Según estimaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unos tres millones de afganos viven en Irán. De ellos, unos 750.000 están registrados oficialmente como refugiados.
Unos 500.000 son inmigrantes con permisos de residencia de corta duración y permisos de trabajo restringidos. Muchos otros carecen de papeles y se consideran ilegales. Estas personas trabajan, sobre todo, como mano de obra barata en obras de construcción o en empresas de la periferia de las grandes ciudades. A menudo, son explotadas sin piedad.
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