OPINIÓN

*_{Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.}

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En el Grand Palais, el lunes 10 y el martes 11 de febrero de 2025 París acoge a jefes de estado, dirigentes de diversas organizaciones del mundo, representantes de empresas, expertos, artistas, en la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial, organizada por Francia e India, con el objetivo de definir la gobernanza mundial de la IA, con un enfoque ético, sostenible e integrador, aprovechando el impulso generado por el Reino Unido y la República de Corea, que organizaron las dos Cumbres anteriores.

Los cinco temas principales a discutir y acordar (de ser posible) son:

.  Interés público de la IA: Revertir situaciones que se dan tales como: desigualdad entre quienes controlan y quienes utilizan la IA; concentración de su conocimiento en un pequeño círculo de actores privados; no se está poniendo interés en resolver problemas sociales clave, por ejemplo en salud.

. El futuro del empleo: La IA va a transformar profundamente los mercados laborales, los empleos y los métodos de trabajo. En la cumbre se definirá cómo aprovechar las oportunidades, cómo controlar los riesgos, y cómo fomentar el bienestar en el trabajo.

. Innovación y cultura: se intentará implementar la IA en cada vez más idiomas, países y sectores, reafirmar los derechos de propiedad intelectual, esforzarse por fomentar la producción y distribución de información fiable producida por los medios de comunicación y los periodistas, y la lucha contra la desinformación.

. Confianza en IA: Redoblar esfuerzos de manera integral e inclusiva para identificar y abordar los riesgos de la inteligencia artificial.

. Gobernanza global de la IA: No existe una gobernanza unificada, y consideran que muchos actores deben estar involucrados, ya que la IA impacta en temas tan críticos como «la seguridad, la ética, el impacto ambiental, el acceso, la competencia, la diversidad cultural, la protección de datos, la interoperabilidad de las normas, el uso militar, la integridad de la información, los estándares técnicos abiertos y la soberanía de los actores».

Propuestas loables, deseables, meritorias, casi obvias, pero, también ingenuas. Basta recordar el (in)cumplimiento del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares o el (in)cumplimiento del acuerdo de París que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.

OpenAI, que lanzara ChatGPT; Anthropic, fundada por ex OpenAI; Meta AI; Google Deep Mind; son las empresas más grandes dedicadas al desarrollo de la IA, todas de Estados Unidos. Esta cumbre se presenta justo cuando irrumpió la china Deep Seek hace pocos días, provocando grandes perturbaciones en las cotizaciones bursátiles de las empresas tecno seguido del anuncio del gigante Alibaba de comenzar a competir en ese mercado. Estados Unidos y China se presentan como los grandes jugadores. Europa y en especial Francia tratan de no quedarse afuera… organizando cumbres.

El real objetivo de la cumbre es político.

Macron apuesta a convertir a Francia en la puerta de entrada de las inversiones en materia de IA, mostrándose receptivo, comprometiéndose a reducir regulaciones y simplificar procedimientos, anunciando inversiones en IA en Francia por 109.000 millones de euros. Francia, además, cuenta con una importante infraestructura en energía nuclear, que es muy baja contaminante atmosférica, para las enormes necesidades de los centros de datos de la inteligencia artificial. Francia y Emiratos Árabes Unidos anunciaron una asociación estratégica para construir en este país un centro de datos gigante para almacenar los datos necesarios para la IA. En su discurso de apertura Macron repetía la palabra acelerar refiriéndose a la recepción de las inversiones.

«En Francia creemos en la IA» decía Macron en X.

Paralelamente, más de 60 grandes empresas (Deutsche Bank, TotalEnergies, Orange, Deutsche Telekom, Mercedes-Benz, Porsche, Mistral AI, Airbus, Spotify, Siemens L’Oréal y otras) anunciaron la coalición «EU AI Champions Initiative» con el declarado propósito de convertir a la Unión Europea (UE) en líder mundial en la Inteligencia Artificial (AI). No se lo ve muy fácil. Buscan generar las condiciones para la creación de startups y el desarrollo de tecnologías innovadoras en el sector de la IA.

Damini Satija, directora del programa de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional, ha declarado: «Vivimos en un mundo cada vez más aterrador. La omnipresencia de algoritmos predictivos, unida al reciente retroceso global de las libertades civiles, amenaza con dar carta blanca a las empresas tecnológicas para que operen sin normas ni directrices». Habla también, de las «amenazas fundamentales sobre nuestros derechos fundamentales» a través de cuatro grandes riesgos: la vigilancia generalizada e indiscriminada, la automatización de los servicios públicos, la propagación de contenidos tóxicos, de odio o falsos y la automatización de las fuerzas armadas. Es una de las participantes de la cumbre.

Numerosas ONG advirtieron acerca de la necesidad de una reglamentación eficaz a nivel internacional a fin de evitar que las grandes tecnológicas, con el apoyo del nuevo Gobierno de Estados Unidos, utilicen la AI sin control y en beneficio propio.

Pero, en la misma Francia, se presenta una contra-cumbre que arrancó este lunes en el teatro de la Concordia llamada «Por un humanismo de nuestro tiempo», ya que, según quienes la organizan la cumbre se enfoca en la economía y las inversiones, dejando de lado el impacto de la IA en la sociedad, la cultura y la civilización en general.

Tomando las palabras del presidente de Letonia, en la cumbre: «En este momento, no sabemos exactamente hacia dónde vamos con la IA»… «para las empresas, la prioridad es obtener beneficios; para los gobiernos, las prioridades son quizá un poco diferentes. En cualquier caso, estamos muy lejos de un acuerdo global sobre IA».

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Acaba de concluir la Cumbre.

Estados Unidos y Gran Bretaña se negaron a firmar el acta final alegando que tantas limitaciones propuestas tales como la mayor injerencia gubernamental y los límites en el desarrollo de modelos avanzados podrían afectar la innovación y la competitividad. China que necesita frenar a Estados Unidos, firmó el acuerdo. ¿Algo en beneficio de la sociedad cambió con la Cumbre?

*_{Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.}

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