INTERNACIONAL

Lectura: 4 minutos
Rusia se opone al despliegue en Ucrania de tropas de países miembros de la OTAN o de la Unión Europea (UE), declaró este martes (18.02.2025) el canciller ruso al término de un encuentro con Estados Unidos en Arabia Saudita.
«El despliegue de tropas de fuerzas armadas de países de la OTAN, pero bajo otra bandera, bajo la bandera de la Unión Europea o bajo banderas nacionales, no cambia nada al respecto. Es por supuesto inaceptable para nosotros», declaró Serguéi Lavrov a los periodistas
Las declaraciones tienen lugar en un momento en el que Europa y Kiev plantean la idea del envío de estas fuerzas a territorio ucraniano para garantizar la seguridad de Ucrania y el respeto de un futuro acuerdo que ponga fin a la guerra.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski pidió este martes conversaciones «justas» que incluyan a la UE, Reino Unido y Turquía, luego del encuentro entre altos cargos estadounidenses y rusos en Arabia Saudita.
«Ucrania, Europa en un sentido amplio, esto incluye la Unión Europea, Turquía y Reino Unido, deben participar en las conversaciones y en la elaboración de las garantías de seguridad necesarias junto con Estados Unidos, que afectan al destino de nuestra parte del mundo», declaró Zelenski durante una visita en Turquía.
El mandatario ucraniano anunció además que aplazaba hasta el 10 de marzo su viaje a Arabia Saudita, previsto para el miércoles, para evitar que su visita se vinculara a las conversaciones, ya que los funcionarios ucranianos no fueron invitados.
Las relaciones entre Alemania y Estados Unidos están heridas de gravedad, al menos desde el pasado fin de semana. Christoph Heusgen, presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, afirmó tras el discurso del vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance, que se debe temer «que nuestra base común de valores ya no sea tan común».
Heusgen calificó la conferencia como una «pesadilla europea». No fue solo el discurso del vicepresidente Vance lo que irritó a los políticos alemanes. Vance acusó a Europa de carecer de democracia e instó indirectamente a los partidos alemanes a colaborar con Alternativa para Alemania (AfD), un partido parcialmente de extrema derecha. El mensaje fue claro: la protección militar de EE. UU. solo estará garantizada si los europeos se alinean políticamente con el nuevo Gobierno en Washington.
Otra provocación de la administración estadounidense es su enfoque sobre la guerra en Ucrania. Cada vez está más claro que Donald Trump quiere negociar la paz directamente con el presidente ruso, Vladímir Putin. Aparentemente, los europeos serán excluidos de las negociaciones entre EE. UU. y Rusia, que comenzarán esta semana en Arabia Saudita. «Deben consultarnos, porque esto no es posible sin nosotros», dijo el canciller Scholz.
Pero EE. UU. parece tener otra opinión. El general Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Rusia y Ucrania, dejó claro en el programa Conflict Zone de DW que los europeos no participarán en las negociaciones y solo podrán hacer una «contribución» aún no especificada. Al parecer, este punto se refiere al envío de tropas terrestres para garantizar la paz en el futuro, mientras que EE.UU. ha descartado desplegar sus propios soldados en Ucrania.
Ucrania también parece estar quedando fuera del proceso. No solo eso: todo por lo que el presidente Volodímir Zelenski ha luchado desde el comienzo de la guerra, hace tres años, ha sido descartado por la administración Trump. El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, insinuó que Ucrania no recuperará todos sus territorios perdidos ni será miembro de la OTAN, sin importar sus fronteras.
Otro artículo de interés: Retoma relaciones Washington con Putin
