INTERNACIONAL

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó este sábado (22.02.2025) en París que sigue buscando «una minoría de bloqueo» dentro de la Unión Europea contra el acuerdo comercial con el Mercosur.
Francia, que lidera los países europeos que se oponen al acuerdo, lo considera «inaceptable», al estimar que los agricultores del bloque sudamericano deben respetar las normas ambientales y sanitarias en vigor en la UE para evitar una eventual competencia desleal.
«Nuestros agricultores no pueden ser la variable de ajuste del poder adquisitivo (…) ni la variable de ajuste de los acuerdos agrícolas», dijo el presidente francés antes de inaugurar el Salón anual de la agricultura en París.
«Por eso, también nos opusimos al Mercosur tal como fue firmado», declaró Macron, al referirse al tratado comercial. El acuerdo para liberalizar el comercio entre la UE y cuatro países sudamericanos ─Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay─ fue firmado el 6 de diciembre de 2024, pero aún debe ser ratificado antes de su entrada en vigor.
«Tal cual fue firmado es un mal texto. Y por eso haremos todo lo posible para que no siga su camino, para proteger la soberanía alimentaria francesa y europea», insistió Macron.
«No hay nada que diga que mañana los alimentos no se convertirán en un arma, así que nuestra responsabilidad es producir en nuestro propio suelo lo que necesitamos para alimentarnos y alimentar a nuestros hijos», sostuvo.
Para ser ratificado, este acuerdo de libre comercio debe obtener la aprobación de al menos 15 Estados miembros que representen el 65% de la población de la UE, y luego conseguir la mayoría en el Parlamento Europeo.
Creado en 1991, el Mercado Común del Sur (Mercosur), reúne a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y, desde 2023, Bolivia, que no está concernido por el acuerdo. Venezuela se adhirió al bloque en 2012 pero su membresía fue suspendida en 2016.
Un comentario del periódico suizo Neue Zürcher Zeitung pone de relieve la importancia del acuerdo UE-Mercosur:
«Los agricultores de Europa todavía guardan silencio y Francia acaba de celebrar la reapertura de la catedral de Notre Dame. Pero, tantos los agricultores como el presidente, Emmanuel Macron, se proponen librar pronto una batalla que sumirá a la Unión Europea en una honda crisis: la lucha contra el acuerdo comercial con el Mercosur. La UE necesita económicamente ese acuerdo; no obstante, Francia y Polonia, al igual que muchas agrupaciones de agricultores están en contra. (…)
No es que suponga un impulso que pueda catapultar la economía europea a nuevas esferas. Pero el acuerdo con el Mercosur es importante, como señal y oportunidad para profundizar las relaciones con una región relevante. Además, sería un poco de empuje. La actual situación europea es muy mala. En Alemania y Francia, los dos principales países de la UE, cayeron los Gobiernos, el uno poco después del otro. Hasta que se regule la sucesión, pasarán meses, en el mejor de los casos. (…)
La UE también está expuesta a riesgos desde la perspectiva global. La guerra de Ucrania es una constante amenaza financiera y militar. Y las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos probablemente empeorarán, en vez de mejorar. Por eso, la UE no puede permitirse un fracaso del acuerdo con el Mercosur. Si Macron y sus aliados y los agricultores lograran hundir este proyecto, la UE quedaría como una organización inoperante a nivel global. En sus discursos, a Macron le agrada presentarse como un europeísta convencido. En lo tocante al acuerdo con el Mercosur, sus palabras deberían traducirse en hechos».
El matutino Tageszeitung (TAZ), de Berlín, afirma que muchas de las críticas de los agricultores europeos al acuerdo con el Mercosur son exageradas e hipócritas:
«A diferencia de lo que afirman los agricultores, los mercados agrícolas de la UE no se verán inundados de productos baratos procedentes de Sudamérica. Al fin y al cabo, la Unión Europea sólo concederá contingentes manejables, que los Estados del Mercosur podrán exportar con aranceles más bajos que antes. Por ejemplo, 99.000 toneladas de carne de vacuno al año. Esto se corresponde solamente con el 1,6 por ciento de la producción total de carne de vacuno de la UE y es aproximadamente la mitad de las 196.000 toneladas que Mercosur ya vende a la UE. (…)
Es verdad que los sueldos en Alemania son más altos que en Brasil, por ejemplo. Pero, a cambio, los agricultores sudamericanos no pueden ni soñar con subvenciones agrícolas del nivel de la UE: los europeos subvencionan a sus agricultores con 55.000 millones de euros al año. Quien subvenciona y exporta tanto no debería quejarse de algunas importaciones adicionales de los países del Mercosur».
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