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El recién investido primer ministro de Canadá, Mark Carney, aseguró el lunes (17.03.2025) que no intenta buscar apoyos para una «represalia coordinada» contra Estados Unidos en materia comercial, sino tener una negociación con Washington sobre sus relaciones bilaterales y de seguridad.
«Tomamos nuestras propias decisiones con respecto a nuestras relaciones comerciales bilaterales con Estados Unidos. No intentamos organizar una represalia coordinada», dijo el mandatario canadiense en Londres, tras reunirse primer ministro británico, Keir Starmer, en su residencia de Downing Street.
Carney admitió que existe «una serie de medidas» que Ottawa puede aplicar y que tendrían el «máximo impacto» en Estados Unidos y el mínimo en Canadá, pero que también podrían afectar de manera diferente a terceros países como, Reino Unido o Francia, y por ello no están por ahora en sus planes.
«No podemos controlar la política comercial de Estados Unidos. No pretendemos controlar las políticas de otros países. Lo que sí podemos controlar es nuestra propia política económica nacional», añadió el canadiense, que hizo hincapié en las «oportunidades» de la «sólida» economía de su país en materia comercial, de vivienda y energética.
Según el exgobernador del Banco de Inglaterra, lo que Canadá busca con EE. UU. es «tener una conversación más exhaustiva» y una negociación de la relación comercial entre ambas naciones y de seguridad en general, y añadió: «Cuando Estados Unidos esté listo para tener esa conversación, estaremos más que listos para sentarnos».
Por este motivo, Carney escogió viajar a Europa y no a Washington en su primera visita institucional desde que juró el cargo tras la dimisión de Justin Trudeau, la cual inició este lunes en París con un encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, y posteriormente en Londres, donde se reunió con el rey Carlos III, también jefe de Estado de Canadá, antes de su reunión con Starmer.
Aunque el primer ministro canadiense negó que el comercio fuera una prioridad en la agenda de su viaje europeo, puesto que Canadá actualmente tiene un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido y la Unión Europea «que cubre el 99 % de los bienes comercializados».
«Mis prioridades principales están relacionadas con la seguridad en Ucrania y con temas que abordaremos en el G7, específicamente en torno a la IA, metales y minerales críticos para la evolución del sistema comercial», comentó Carney.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró la financiación estatal a Voice of Amercia (VOA), la histórica cadena internacional para el extranjero, con más de 80 años de existencia, que se creó en 1942 para contrarrestar la propaganda nazi.
Según una orden ejecutiva de la Casa Blanca del 14 de marzo de 2025, ocho agencias deben reducir sus actividades y su personal a un nivel mínimo. La segunda agencia mencionada es la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM), responsable de las emisoras para el extranjero financiadas por el gobierno, como la Voz de América (VOA). Además, USAGM financia a emisoras independientes, como Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) y Radio Free Asia. Todas ellas transmiten información en casi 50 idiomas a unos 361 millones de personas, y ahora están en peligro de desaparecer.
Reporteros sin Fronteras: «Duro golpe a la libertad de prensa»
La interrupción de los programas en diferentes idiomas afectaría a las personas, sobre todo, en países donde los gobiernos autocráticos impiden a la prensa nacional informar libremente.
Maren Pfalzgraf, encargada de políticas para América del Norte y del Sur de la sección alemana de Reporteros sin Fronteras (RSF), dijo en entrevista a DW: «Esto es realmente un duro golpe a la libertad de prensa. La decisión afecta a millones de personas en todo el mundo, que han recibido información independiente de emisoras extranjeras estadounidenses».
Zimbabue: una voz incómoda se apaga
Lo que esto significa en términos concretos puede ilustrarse con el ejemplo de Zimbabue. RSF sitúa al país sudafricano en el puesto 116 de su clasificación de libertad de prensa, entre otras cosas, por difamación de la oposición en la televisión estatal y detenciones regulares de periodistas independientes. La Voz de América ha transmitido, hasta ahora, en los tres idiomas principales del país: inglés, shona y ndebele.
Un periodista zimbabuense, que trabajó principalmente para VOA, señaló a DW: «Hasta ahora, los medios de comunicación controlados por el gobierno han ignorado temas como los derechos humanos, la corrupción, y otros. En redes sociales, funcionarios gubernamentales y simpatizantes aplaudieron (la medida) durante el fin de semana. Eso lo dice todo sobre la importancia que ha tenido VOA como medio de comunicación».
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