INTERNACIONAL

Lectura: 3 minutos
China instó este domingo (13.04.2025) a Estados Unidos a «suprimir completamente la práctica errónea de los aranceles recíprocos», después de que Washington anunciara una exención para teléfonos inteligentes, computadoras y otros productos electrónicos.
Pekín pidió a Estados Unidos «dar un gran paso para corregir sus errores» y «volver al camino correcto del respeto mutuo», afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio en un comunicado.
El viernes, el servicio estadounidense de aduanas indicó que los teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, chips de memoria y otros productos quedarían excluidos de los gravámenes globales que el presidente Donald Trump implementó hace una semana.
El Ministerio de Comercio chino afirmó que el anuncio constituía un «pequeño paso» y que China estaba «evaluando el impacto» de la decisión.
Las exenciones beneficiarán a empresas tecnológicas estadounidenses como Nvidia y Dell, así como a Apple, que fabrica iPhones en China y otros productos de alta gama.
La mayoría de los productos chinos aún enfrentan un gravamen general de 145 % para ingresar a Estados Unidos.
China anunció este viernes (11.04.2025) que aumentará del 84 % al 125 % los aranceles sobre todos los productos importados desde Estados Unidos, como respuesta al nuevo paquete de tarifas aprobado por Washington.
«Estados Unidos ha ignorado el orden económico global que ayudó a construir tras la Segunda Guerra Mundial», indica el texto, que añade que China «condena enérgicamente» las últimas medidas y que su paciencia tiene límites.
«Si Washington insiste en infligir daños sustanciales a los intereses de China, esta responderá con firmeza y lo acompañará hasta el final», apunta el texto oficial.
Pese a la dureza del tono, Pekín precisó que los aranceles ya han dejado sin mercado real a los productos de EE. UU. en China, por lo que cualquier aumento adicional carecerá de sentido económico, será «irrelevante» y «acabará convertido en una burla en la historia de la economía mundial», según el comunicado.
Esta medida llega dos días después de que Pekín elevara del 34 % al 84 % los aranceles a los bienes estadounidenses, en represalia al gravamen del 50 % que Trump impuso previamente a los productos chinos.
Washington respondió elevando aún más los aranceles hasta el 125 %, lo que, sumado a cargas anteriores, deja un total impositivo acumulado del 145 % sobre las importaciones chinas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, afirmó este viernes que su país «no desea una guerra comercial, pero no la teme», y exigió a Washington «dejar las presiones» si realmente busca resolver las tensiones «por la vía del diálogo».
Según Lin, las contramedidas de Pekín «no solo protegen sus propios intereses legítimos, sino que también salvaguardan el orden internacional y los derechos de todos los países afectados por el unilateralismo estadounidense».
China ya ha advertido de que no permitirá que se le impongan condiciones desiguales en futuras negociaciones, y que cualquier diálogo «debe basarse en la igualdad y el respeto mutuo».
China presentó una demanda ante la OMC por los aranceles de EE. UU., reporta la prensa estatal.
Otro artículo de interés: Europa analiza enfrentar política arancelaria de Trump
