Asesinato por encargo en Madrid

ESPAÑA

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Foto: Deep AI, Inc.*

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El exdiputado prorruso ucraniano de 52 años Andréi Portnov acababa de dejar a sus hijos en el Colegio Americano de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, a primera hora de la mañana, cuando al ir a montar en su vehículo, un Mercedes de alta gama y color negro, varias personas se acercaron y le dispararon en la cabeza y en la espalda, detallaron fuentes oficiales.

Los autores del crimen huyeron del lugar hacia la Casa de Campo, una amplia zona boscosa que une Madrid con Pozuelo de Alarcón, una exclusiva zona residencial del norte de la capital de España.

La Policía, que confirmó haber recibido una llamada de emergencia a las 9.15 horas, ha desplegado un dispositivo en la zona que incluye drones y un helicóptero para tratar de localizar a los autores del asesinato.

Exasesor del presidente prorruso Yanukóvich

Portnov fue actor principal en la respuesta del Gobierno de Viktor Yanukovich a la crisis ucraniana que comenzó a finales de 2013 y desembocó en el derrocamiento de Yanukovich, en un levantamiento popular en 2014. Portnov se fue a Rusia ese mismo año y fue investigado en Ucrania por acusaciones de traición, apropiación indebida de fondos públicos y violaciones de los derechos humanos, hechos por los que sus fondos fueron congelados temporalmente por el Tribunal General de la Unión Europea (UE), aunque los cargos y las sanciones de la UE fueron posteriormente retirados.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Portnov en su lista de sanciones en 2021, alegando que había«cultivado amplios vínculos con el aparato judicial y policial de Ucrania mediante sobornos».

Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, se han cometido varios delitos de gran repercusión mediática que involucran a rusos y ucranianos en España, país con una importante población de expatriados de ambos países.

En 2022, se enviaron seis cartas bomba a objetivos en toda España, incluyendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las embajadas de Ucrania y Estados Unidos, y oficinas gubernamentales. Un funcionario español jubilado cuyas búsquedas en redes sociales sugerían simpatía por Rusia fue encarcelado por estos delitos.

En febrero de 2024, un piloto ruso que desertó a Ucrania con su helicóptero fue encontrado muerto por múltiples heridas de bala en el aparcamiento de su bloque de apartamentos cerca de Alicante.

Al iniciarse la invasión rusa a Ucrania, se produjo un éxodo masivo de empresas occidentales en Rusia, en parte por la incertidumbre que suponía una guerra de consecuencias impredecibles y en parte por las inmediatas sanciones internacionales contra el país agresor.

Unas, como McDonald’s o Inditex, cerraron sus tiendas y mantuvieron a sus empleados hasta que pudieron vender el negocio. Otras, directamente, tuvieron que despedir a sus trabajadores. Y algunas, como la operadora de telefonía alemana Deutsche Telekom, no se resignaron a hacerlo y les ofrecieron reubicarlos en otras ciudades de Europa.

«Deutsche Telekom no tenía actividad comercial alguna en Rusia, pero empleaba a alrededor de 2.000 desarrolladores de software, principalmente en San Petersburgo», aclara a DW el portavoz de Deutsche Telekom, Stephan Broszio, por correo electrónico.

«Con el ataque ruso a Ucrania, decidimos cerrar nuestras oficinas en Rusia», recuerda. «Ofrecimos a nuestros expertos en IT [tecnologías de la información] la oportunidad de trabajar en ubicaciones de Telekom en otros países, principalmente Grecia, Hungría, España y Alemania», donde la compañía ya estaba operando.

«Más de la mitad de los empleados aceptaron la oferta, los demás se fueron», confirma Broszio. La elección, en ese momento, no era desde luego fácil. Ni siquiera para ingenieros de un sector con bastante más movilidad internacional que otros.

Además, las autoridades rusas negaban a su población que el país hubiera iniciado una guerra. Hablaban simplemente de su todavía defendida «operación militar especial», y aún no habían llamado a la «movilización parcial» que supuso después el alistamiento de trescientos mil nuevos reclutas.

Uno de los destinos elegidos fue Granada, en el sur de España, donde fueron reubicados doscientos ingenieros —y, en muchos casos, sus familias— , tras una estancia intermedia en Turquía para arreglar toda la burocracia. También a Reus, en el norte del país, llegaron unos cien.

«En España, Granada en particular es una sede en crecimiento para nosotros. El acceso al talento joven a través de las universidades es muy bueno, así como la cercanía a muchos de nuestros clientes», explica Broszio.

La prensa española celebró la noticia, como todas las que ilustran, de una u otra forma, que el apoyo en Rusia a Vladímir Putin y su guerra de agresión no es monolítico a pesar de los riesgos. El diario local El Ideal destacaba que toda la plana mayor de Telekom había visitado la ciudad personalmente, para supervisar los planes de ampliación de la sede y reunirse con la rectora de la Universidad de Granada, una de las más antiguas de España.

«El entendimiento fue perfecto, la colaboración es muy positiva y hay mucha ilusión por las dos partes», dijo entonces Aitor Vinós, director de la oficina, al rotativo.

Interés local y nacional

Hubo reportajes en los periódicos locales, pero también en diarios de tirada nacional y las grandes televisiones. Una bromeaba con las quejas de los rusos acogidos en la ciudad por el calor (llegaron en verano). Y con sus dificultades para aprender español. Uno contaba que apenas sabía decir «dos palabras fundamentales»: «tapas», en referencia a la especialidad gastronómica de la ciudad, y «Alhambra», que no solo es el nombre del monumento más representativo de Granada, sino también el de su cerveza local.

*Imagen ilustrativa.

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