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El papa León XIV tiene planes de visitar la Argentina como parte de su primera gira por América Latina, según confirmó el cardenal uruguayo Daniel Sturla. El recorrido incluiría además a Uruguay y, posiblemente, a Perú.

Sturla relató que, tras la elección del nuevo pontífice, le extendió personalmente la invitación para viajar a su país, y que León XIV, en presencia del cardenal argentino Mario Poli, respondió sin dudarlo: «Sí, Argentina y Uruguay».

El cardenal remarcó que el papa es plenamente consciente de que tanto Argentina como Uruguay no fueron visitados oficialmente durante el pontificado de Francisco, y aseguró que existe una «muy alta probabilidad» de que el viaje se concrete pronto. León XIV, además, tiene un vínculo profundo con la región, en particular con Perú, país en el que residió durante varios años y del que incluso obtuvo la ciudadanía.

La noticia de una posible visita despertó gran entusiasmo tanto entre los fieles como en el ámbito político argentino. Desde hace más de tres décadas que un papa no pisa suelo argentino, y la llegada de León XIV podría convertirse en un acontecimiento histórico.

Si bien el Vaticano aún no ha definido fechas ni aspectos organizativos, la intención del papa es clara. Esta gira representaría un gesto significativo hacia América Latina, y en particular hacia Argentina, consolidando un acercamiento tanto institucional como espiritual en un momento crucial para la Iglesia y la región.

Desde la Casa Rosada confirmaron que el Gobierno de Javier Milei está elaborando una invitación oficial que el presidente argentino presentará personalmente durante su próxima visita a Roma. En ese encuentro con el papa León XIV, se realizará el ofrecimiento formal para que visite la Argentina, un gesto cargado de simbolismo diplomático y relevancia institucional.

El Gobierno de Javier Milei tomó una decisión histórica al anunciar la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una medida que acompaña la decisión tomada por Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, y recientemente lo ratificó.

La notificación oficial fue firmada por el canciller Gerardo Werthein el pasado 25 de febrero, aunque la noticia fue dada a conocer en Ginebra durante la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, tomando por sorpresa a los representantes internacionales presentes.

Esta decisión de Argentina y de Estados Unidos generaron sorpresa en los funcionarios de la organización, ya que nunca antes un país miembro había solicitado formalmente su desvinculación de la OMS. De hecho, los tratados fundacionales del organismo no contemplan un mecanismo de salida.

Además, el Gobierno argentino manifestó que estas cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial, mencionando que el modelo de cuarentena podría considerarse un delito de lesa humanidad, debido al impacto devastador en la vida social y económica de los argentinos, con el cierre de escuelas, la pérdida masiva de empleos y el deterioro de la salud mental, entre otras consecuencias.

En este escenario, se acusa a la OMS de haber respaldado políticas que derivaron en aproximadamente 130.000 muertes en Argentina durante la pandemia.

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