Starmer aumenta producción de armas en Gran Bretaña

INTERNACIONAL

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Primer ministro británico, Keir Starmer / Foto: Number 10

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El Reino Unido invertirá 1.500 millones de libras (2.000 millones de dólares) para construir nuevas fábricas de producción de armas y municiones, anunció este sábado (31.05.2025) el gobierno a días de la publicación de su nueva estrategia de defensa.

La actualización de la estrategia de defensa es un documento que define las amenazas que enfrenta el Reino Unido y precisa como el gobierno espera prepararse en el plano militar.

En febrero, el primer ministro Keir Starmer anunció que llevará los gastos de defensa del país a 2,5% de su PIB en 2027, frente a 2,3% actualmente, para enfrentar los nuevos retos en materia de seguridad en Europa, cuando Estados Unidos impulsa a sus aliados a invertir más en su defensa.

La ambición del gobierno laborista es alcanzar luego el 3% del PIB durante la próxima legislatura, o sea después de 2029.

La nueva estrategia de defensa «recomienda crear una capacidad de producción de municiones «siempre activa» en Reino Unido, que facilite aumentar rápidamente la producción si es necesario» y crear «las bases industriales para un aumento de las reservas de municiones destinadas a responder a la demanda de una guerra a ritmo elevado», según comunicado del ministerio de Defensa.

El gobierno financiará de esta manera la construcción «de al menos seis nuevas fábricas» de producción de municiones y «hasta 7.000 armas de largo alcance» en el país. Esta inversión creará unos 1.800 empleos en el país, agregó el ministerio.

«Una nueva era de amenazas»

«Reforzaremos la base industrial del Reino Unido para mejor disuadir a nuestros adversarios y que el Reino Unido sea más seguro en el plano interior y más fuerte en el extranjero», declaró el ministro de Defensa John Healey, citado en el comunicado.

«Las duras lecciones surgidas de la invasión ilegal de Ucrania por (el presidente ruso Vladímir) Putin, muestran que un ejército no es fuerte si la industria que lo apoya no es fuerte tampoco», añadió.

«Durante la próxima legislatura, ese país gastará 3% de su PIB en la defensa», aseguró en entrevista al Times el sábado.

La actualización de la estrategia de defensa, encabezada por el ex secretario general de la OTAN George Robertson, afirma que el Reino Unido enfrenta «una nueva era de amenazas», con el aumento de la potencia de la inteligencia artificial, drones y otras tecnologías que cambian la naturaleza de los conflictos, según el Guardian.

Describe también a Rusia como un peligro «inmediato», mientras que China es presentada como un «desafío complejo y sofisticado».

Reino Unido prevé también reforzar sus capacidades cibernéticas e invertirá 1.000 millones de libras en un sistema innovador de detección y de apunte para sus fuerzas en combate.

La Unión Europea (UE) y Reino Unido están presionando para reducir el tope al precio del petróleo ruso, una de las sanciones económicas clave impuestas contra Moscú.

Actualmente, el tope se sitúa en 60 dólares por barril y está en vigor desde diciembre de 2022. La normativa prohíbe ofrecer servicios de transporte marítimo y seguros ─dominados por los países del G7 y la UE─ para petróleo ruso si se vende por encima de ese límite.

La UE trabaja en su paquete número 18 de sanciones contra Rusia, tras haber presentado el número 17 esta misma semana. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó que tanto Bruselas como Londres intentan convencer a los socios del G7 para rebajar el límite en el nuevo paquete.

El portavoz de la comisión, Olof Gill, declaró a DW que las negociaciones siguen en curso y que cualquier cambio en el tope requiere unanimidad entre los 27 Estados miembro. Aunque el nuevo nivel no ha sido confirmado oficialmente, diversos medios apuntan a una posible reducción a 50 dólares.

Mientras tanto, el crudo Brent ─referencia global─ ha rondado los 65 dólares por barril, y el petróleo ruso se ha vendido entre 55 y 59 dólares durante abril y mayo; es decir, apenas por debajo del tope actual.

La idea de bajar el tope busca reducir los ingresos de Rusia por sus exportaciones legales de crudo marítimo. En 2025, los precios del petróleo han caído de forma generalizada, lo que deja al Brent solo unos pocos dólares por encima del límite.

Trump se resiste a bajar el tope

Los ministros de Finanzas del G7 se reunieron en Canadá del 20 al 22 de mayo. En la cumbre, abordaron la posibilidad de reducir el tope y condenaron la «guerra brutal» de Rusia, afirmando que intensificarán las sanciones si fracasan los esfuerzos por un alto al fuego.

Sin embargo, según la agencia de noticias Reuters, un funcionario europeo presente dijo que Estados Unidos «no está convencido» de la necesidad de bajar el tope, argumentando que la caída del precio del crudo ya está perjudicando a Moscú.

Desde 2022, las sanciones energéticas han generado tensiones tanto en Europa como en Washington, debido al temor a alterar la oferta global y provocar subidas de precios domésticos.

Yuliia Pavytska, directora del programa de sanciones en la Escuela de Economía de Kiev, dijo a DW que la reticencia de la administración Trump es «frustrante», aunque elogió la posición firme de la UE y Reino Unido.

«Los desequilibrios acumulados por la guerra y las sanciones, sumados a la caída del precio del petróleo, están llegando a un punto crítico», dijo Pavytska. «Por eso creemos que nuestros socios deben aprovechar este momento para endurecer la presión contra Rusia».

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