INTERNACIONAL

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El presidente chino, Xi Jinping, afirmó este martes (10.06.2025) que es necesario «elevar la asociación de cooperación estratégica a un nivel superior» entre China y Corea del Sur, durante una conversación telefónica con su homólogo surcoreano, Lee Jae-myung, informó la cadena estatal CCTV.
En su primera comunicación directa desde la elección de Lee, Xi felicitó al mandatario surcoreano y destacó que ambos países «son vecinos cercanos que no pueden separarse», al tiempo que subrayó que una relación bilateral «sana, estable y en constante profundización» beneficia a los pueblos de ambos países y contribuye a la paz y estabilidad regionales y globales.
Xi pidió reforzar la confianza mutua estratégica y profundizar los intercambios a todos los niveles para «consolidar el apoyo popular» a los lazos bilaterales.
También instó a coordinar esfuerzos en foros multilaterales y defender el multilateralismo y el libre comercio, elementos clave en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en Asia Oriental.
Por su parte, Lee subrayó la proximidad geográfica e histórica entre ambos países, así como sus «estrechos vínculos económicos, comerciales y culturales», y expresó su voluntad de trabajar con China para «mejorar el entendimiento mutuo» entre sus pueblos y lograr una cooperación «más fructífera», según Pekín.
En un comunicado, el nuevo mandatario surcoreano destacó que para Seúl «China es un socio clave en todos los ámbitos, incluyendo la economía y la seguridad».
Lee también expresó su confianza en que Corea del Sur y China, países que ocupan respectivamente las presidencias de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2025 y 2026, «puedan cooperar estrechamente a través de este foro y avanzar juntos hacia una asociación de cooperación estratégica que aporte beneficios concretos» para sus ciudadanos.
China es el principal socio comercial de Corea del Sur, pero pese a los fuertes lazos económicos sus relaciones están marcadas por un tira y afloja constante por rivalidades regionales, sensibilidades históricas e intereses estratégicos cruzados.
Pekín ha criticado a Seúl por estrechar lazos con Washington como parte de su estrategia de disuasión frente a Corea del Norte, mientras que China se ha opuesto en los últimos años a imponer nuevas sanciones de la ONU contra Pionyang.
El liberal Lee Jae-myung se impuso la semana pasada en las elecciones presidenciales de Corea del Sur con el 49,42 % de los votos, frente al 41,15 % obtenido por su principal contendiente, Kim Moon-soo, del conservador Partido del Poder Popular.
El nuevo presidente surcoreano asumió el cargo de forma inmediata en cuanto el organismo electoral del país confirmó los resultados, sin el período de transición habitual, tras unos comicios adelantados por la destitución del exmandatario Yoon Suk-yeol por su fallido intento de instaurar la ley marcial a finales de 2024.
En la cumbre de Pekín, el jefe de Estado y líder del partido comunista chino se presentó como el gran benefactor, escribe el diario suizo Neue Zürcher Zeitung:
«La tinta del acuerdo entre China y Estados Unidos sobre una tregua provisional en la guerra comercial apenas se había secado cuando el jefe de Estado y del Partido de China, Xi Jinping, se reunió en Pekín con ministros y jefes de Estado de treinta países de Sudamérica y el Caribe, los vecinos más próximos de Estados Unidos».
«Además del presidente colombiano Gustavo Petro, también participaron en el encuentro el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula, y el presidente de Chile, Gabriel Boric. Brasil es la mayor economía de Sudamérica».
No es de extrañar que el conflicto arancelario iniciado por el presidente estadounidense Donald Trump también desempeñara un papel clave en la cumbre latinoamericana del martes. «En las guerras comerciales y arancelarias no hay ganadores», dijo Xi al inicio del encuentro. «El acoso y la coerción solo conducen al aislamiento», una crítica apenas velada dirigida a Washington. (…)».
«Es comprensible que los países sudamericanos se estén orientando en cierta medida hacia China, ahora que los Estados Unidos de Trump se muestran como un socio cada vez más imprevisible. Ya en los años previos a Trump, las dos regiones habían estrechado sus lazos económicos. El año pasado, el volumen de comercio bilateral alcanzó los 518 mil millones de dólares. El volumen comercial de China con Estados Unidos fue de 582 mil millones de dólares en 2024».
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