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Manifestantes antiinmigración se enfrentaron en la localidad de Portadown, en el norte de la provincia británica, a la Policía norirlandesa (PSNI), que efectuó varios arrestos en la cuarta noche consecutiva de disturbios por motivos raciales, informaron este viernes fuentes oficiales.
Los violentos atacaron a unidades de orden público de la PSNI con piedras y otros objetos, después de una manifestación antiinmigración en la que participaron unas 400 personas y que transcurrió por el centro de Portadown sin incidentes.
La PSNI desplegó en esa localidad un fuerte dispositivo de seguridad, reforzado con un helicóptero, para vigilar la protesta, de la que se desligaron después un número de individuos para enfrentarse a los agentes.
Se cree que el incendio de una casa en la ciudad de Coleraine fue provocado deliberadamente por motivos raciales. «Una familia con tres niños pequeños fue evacuada de la casa», declaró la Policía.
En la ciudad de Ballymena no se registraron incidentes la pasada noche. Allí fue donde estallaron estos disturbios el pasado lunes tras una protesta pacífica organizada para apoyar a la familia de una niña que ha sido presuntamente víctima de una agresión sexual.
La PSNI confirmó hoy que 41 agentes han resultado heridos en enfrentamientos con elementos que ha calificado de «matones racistas», al tiempo que ha efectuado 15 arrestos y prevé más detenciones en los próximos días con la revisión de cámaras de seguridad.
Ante la escalada de la violencia, la Policía de Escocia ha enviado a la región 80 efectivos para ayudar a la fuerza autónoma, en virtud del acuerdo de cooperación entre cuerpos del Reino Unido.
El superintendente de la PSNI, Jon Boutcher, ha pedido a la Justicia que actúe con severidad para imponer «largas sentencias de cárcel» que sirvan como «elemento disuasorio».
Los locales se muestran desbordados. Si bien reconocen que muchos de los migrantes aportan habilidades y hacen cosas buenas en cuanto a abrir negocios, y podrían ser sus amigos, aseguran que otros están causando muchos problemas y que sienten que los políticos, los representantes públicos y la policía no les están atendiendo.
Sus quejas son dobles. Primero, que algunos migrantes se están aprovechando de los servicios financiados por los contribuyentes. Segundo, que están involucrados en delitos. La percepción es que las autoridades están ignorando estos problemas.
*Imagen ilustrativa.
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