Sustancial reunión Trump-Zelenski

INTERNACIONAL

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Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reunido con presidente estadounidense, Donald Trump, en La Haya / Foto: The Presidential Office of Ukraine

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El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó de «larga y sustancial» la reunión que mantuvo en La Haya con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y adelantó que sirvió para hablar de «cómo lograr un alto el fuego y una paz real» y de «cómo proteger» a la población civil ucraniana.

«Hemos cubierto todas las cuestiones realmente significativas», dijo Zelenski en un mensaje publicado en sus redes sociales tras el encuentro en el que explicó también que dará posteriormente más detalles del contenido de la reunión.

El presidente ucraniano también valoró tras reunirse con Trump «la atención y la disponibilidad de ayudar a traer la paz» que a su juicio está mostrando el presidente de EE. UU.

Zelenski había adelantado antes del encuentro que tenía pensado abordar con Trump la posibilidad de que EE. UU. dicte nuevas sanciones para forzar a Rusia a declarar un alto el fuego.

La ayuda militar

Otro tema prioritario para el mandatario ucraniano era volver a pedirle personalmente a Trump que acepte la oferta ucraniana de comprar un nuevo paquete de ayuda militar a EE. UU., que no ha aprobado ningún nuevo envío desde el cambio de inquilino en la Casa Blanca y aún no ha contestado a esta propuesta de Kiev.

La anterior administración estadounidense enviaba la ayuda militar a Ucrania en forma de donación. En una rueda de prensa en la que hizo balance de su participación en la cumbre de la OTAN, Trump dijo por su parte que «la reunión no pudo haber ido mejor», e insistió en que espera que la guerra termine.

«Voy a hablar con (el presidente ruso) Vladímir Putin para ver si podemos ponerle fin», declaró el presidente estadounidense, que agregó que 7.000 soldados rusos y ucranianos murieron la semana pasada en el frente.

«Es una locura, es una locura. Ahora hablaré con Putin. He tenido una buena reunión con Zelenski, y he tenido muy buenas reuniones», remarcó Trump.

Cuando Friedrich Merz apareció ante las cámaras, el 5 de junio, frente al Monumento a Lincoln en Washington, se mostró satisfecho. Su reunión con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca duró dos horas y media.

Se había especulado mucho sobre el ambiente de la cita: ¿sería gélido y agresivo, como en las recientes visitas del presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el sudafricano Cyril Ramaphosa? ¿O colegial y amistoso, como en la del presidente francés Emmanuel Macron?

Esta vez quedó claro desde el principio que no habría confrontación. Trump saludó al canciller alemán a la entrada de la Casa Blanca con un apretón de manos y una palmadita en la espalda. «Amamos a los alemanes», dijo a las cámaras. Merz asintió amablemente y siguió al presidente estadounidense al Despacho Oval. Al final del día, diría que se iba a casa con la sensación de haber encontrado con quien colaborar.

Los analistas de política exterior de Estados Unidos también se sorprendieron por la dinámica. «Este intercambio fue todo menos ordinario», dijo a DW Damian Murphy, del Center for American Progress, un centro de estudios liberal con sede en Washington, D. C. Los círculos conservadores estadounidenses también expresaron su aprobación: Nile Gardiner, de la Heritage Foundation, describió la reunión como un «comienzo sólido».

Similitudes en lugar de diferencias

La estrategia de Merz quedó clara rápidamente: quería enfatizar las similitudes, tanto entre Estados Unidos y Alemania, como a nivel personal entre él y Trump. Justo al inicio, el canciller alemán aprovechó la oportunidad para obsequiar al presidente estadounidense un certificado de nacimiento del abuelo de Trump, originario de Alemania y llamado también Friedrich, en una conveniente casualidad. Trump aceptó el regalo con un apretón de manos. El gesto no carecía de segundas intenciones por parte de Merz, que llevaba un tema era prioritario: el apoyo a Ucrania.

La conversación comenzó, y el canciller se limitó inicialmente a dejar hablar a Trump y a escucharlo. «Vamos a tener una excelente relación», le dijo Trump a Merz, quien se reclinó en su silla. «Es un representante excepcional de Alemania», elogió Trump al canciller alemán, llamándolo «amigo».

Adular para hablar sobre Ucrania y armamento

El tono ya estaba marcado cuando Merz abordó la situación en Europa del Este: «La persona clave en el mundo» para presionar a Rusia y poner fin a la guerra en Ucrania, según el canciller alemán, es Trump. Merz aduló al presidente estadounidense, quien aceptó con gratitud sus palabras, aunque no está claro si conseguirán el resultado esperado.

Al menos, «la primera conversación de Merz en el Despacho Oval con el presidente Trump demostró que es capaz de construir una relación cordial, pero pragmática con el presidente estadounidense», analiza Alexandra de Hoop Scheffer, del German Marshall Fund. «Ambos líderes discutieron cómo pueden colaborar para poner fin a la guerra en Ucrania», explica, por su parte, Nile Gardiner, y la califica de «una reunión significativamente más cordial de lo que muchos esperaban».

Si bien Trump no ha mostrado disposición a cambiar su política anterior sobre Ucrania, consideró «positivo» el aumento del gasto de defensa alemán. Sin embargo, con el ojo puesto en la historia, Trump advirtió en broma que Alemania solo debería fortalecerse militarmente hasta cierto punto, provocando risas en la sala.

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