OPINIÓN

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.
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El uranio es un elemento químico que se encuentra en la naturaleza. Es un metal pesado, de color plateado. Su densidad es notablemente alta, es el elemento natural más pesado que se encuentra en la Tierra. Es un elemento primordial, lo que significa que ha estado presente en la Tierra desde su formación. Y, por sobre todas las cosas: es radiactivo, o sea que su núcleo atómico es inestable y pierde energía mediante la emisión de radiación.
Un poquito de física y química: Su símbolo químico es U y su número atómico es 92, lo que significa que tiene 92 protones (carga positiva) en su núcleo y 92 electrones (carga negativa). La cantidad de isótopos de uranio natural son tres y depende de la cantidad de neutrones (carga neutra) en su núcleo que van desde 142 a 146. Los isótopos comparten propiedades químicas pero difieren en masa y propiedades físicas.
Hay tres isótopos que se encuentran en la naturaleza, el uranio 234, que representa el 99% del uranio del planeta, el uranio 235 y el uranio 238.
El uranio 235 se distingue ya que es, junto con el plutonio 239, elementos de la naturaleza fisionables. Ser fisionable significa que el núcleo es capaz de experimentar fisión nuclear, cuando es bombardeado por neutrones, se divide en dos o más núcleos más ligeros, liberando una enorme cantidad de energía, neutrones adicionales y otros productos de fisión. Los neutrones adicionales, a su vez, bombardean otros átomos produciéndose la reacción en cadena.
Es el principio fundamental de las centrales nucleares y las armas atómicas. En las centrales nucleares, esta reacción en cadena se controla cuidadosamente para producir energía de forma constante. En las armas nucleares, la reacción se permite que se acelere sin control para liberar una explosión masiva de energía.
La mayoría de los reactores nucleares no pueden funcionar con uranio natural. Necesitan una concentración más alta para sostener una reacción en cadena eficiente, para ello está el procedimiento de enriquecimiento de uranio.
El conocimiento y la capacidad para enriquecer uranio son tecnologías altamente sensibles y, por lo tanto, están muy restringidas a nivel internacional debido a sus implicaciones para la proliferación nuclear (la fabricación de armas atómicas).
Los países que tienen la capacidad de enriquecer uranio, ya sea para fines energéticos pacíficos (combustible nuclear) o para armamento son, a gran escala: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Japón y el consorcio URENCO donde encontramos a Alemania, Países Bajos y Reino Unido que opera plantas de enriquecimiento de uranio para combustible nuclear civil.
Irán, partícipe clave en el conflicto actual, ha desarrollado y opera instalaciones de enriquecimiento de uranio, actualmente en duda su capacidad, después de los bombardeos de EE. UU. Ha enriquecido uranio a niveles significativamente más altos que los requeridos para combustible nuclear civil.
Otros países con la tecnología o con el conocimiento necesario para desarrollarla son: Pakistán, con capacidad de enriquecer uranio como parte de su programa de armas nucleares. India, que posee capacidad de enriquecimiento como parte de su programa nuclear, que incluye armas. Corea del Norte, que ha adquirido y desarrollado tecnología de enriquecimiento de uranio para su programa de armas nucleares. Brasil, que posee tecnología de enriquecimiento por centrifugación y ha desarrollado su propio programa para la producción de combustible nuclear. Ha afirmado que sus intenciones son puramente pacíficas. Argentina que ha desarrollado una capacidad limitada de enriquecimiento de uranio, principalmente a través de la tecnología de micro-centrifugación y enriquecimiento por láser, con fines pacíficos para su programa de energía nuclear y para la producción de isótopos médicos.
Con respecto al nivel de enriquecimiento, no es lo mismo enriquecer uranio al 3-5% para combustible nuclear que al 20% (uranio medianamente enriquecido) para reactores de investigación o isótopos médicos, o al 90% o más (uranio altamente enriquecido) apto para armas.
Los principales productores de uranio natural son Kazajistán, Australia, Canadá, Uzbekistán, Niger, China y Ucrania (producción 2020).
El uranio para la paz:
Generación de Energía Nuclear, el uso más importante del uranio es el combustible principal en los reactores de fisión nuclear, donde la energía liberada por la fisión se utiliza para calentar agua, producir vapor y mover turbinas que generan electricidad. Este proceso es una fuente de energía de baja emisión de carbono.
Medicina, para diagnóstico por imágenes, radioterapia, investigación biológica, blindaje contra la radiación.
El uranio para la guerra:
Armas Nucleares, cuando está altamente enriquecido, es el material fisible utilizado en la fabricación de bombas atómicas y ojivas nucleares. Su capacidad para sostener una reacción en cadena explosiva lo convierte en un componente crítico de las armas de destrucción masiva.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) juega un papel en la supervisión de las instalaciones de enriquecimiento en los países que son signatarios del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), para asegurar que el uranio enriquecido no se desvíe para fines militares. El TNP ha sido firmado por casi todos los países del mundo, con la notable excepción de India, Pakistán, Israel y Sudán del Sur, y con la retirada de Corea del Norte.
Según la IAEA en su página web «El Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) es la piedra angular de los esfuerzos mundiales para prevenir la propagación de las armas nucleares, fomentar la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear y promover el objetivo del desarme nuclear y el desarme general y completo»… hoy, parece chiste.
*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.
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